Valencia (España), (EFE).- Diamantes de hasta un quilate fabricados a partir de cabello del difunto, urnas de cenizas con semillas de las que nacen pinos o alcornoques y lápidas de porcelana serigrafiadas con resultados fotográficos son algunos de los productos expuestos desde  en la feria funeraria Funermostra.

La novena edición de la Feria Internacional de Productos y Servicios Funerarios (Funermostra) de Valencia (este de España) presenta las tendencias de este sector, que se adapta al avance de la sociedad con la incorporación de nuevas tecnologías para respetar el medio ambiente, el aumento de las incineraciones y los entierros laicos.

El sector funerario se actualiza con recursos como el diseño de un ataúd en forma de barco provisto de un mástil que aguanta una vela, llamado “El Desafío”, que recuerda que Valencia acoge la Copa del América.

 El mercado funerario busca materiales biodegradables, mejores calidades en madera y acabados, líneas redondeadas y colores claros.

En el presidente de la patronal nacional de servicios funerarios PANASEF, Juan Vicente Sánchez Araña,  apuntó a la tecnología y la “colaboración con el medio ambiente» como las principales tendencias de las empresas del sector, que el año pasado facturó cerca de 700 millones de euros (US$950 millones).

Una empresa de Andalucía (sur del país) presenta la creación de diamantes a partir de un mechón de cabello del difunto, transformado en gema mediante un proceso en el que el pelo se somete a altas presiones y temperaturas, imitando las condiciones de la naturaleza y que dura unas doce semanas.

En función del peso -entre 0,20 y 1 quilate- y el color  deseado -desde amarillo a incoloro-, el precio de este diamante se sitúa entre los 1.200 y los 7.000 euros (US$1.630 a 9.500).