Exportación de metales

<p>Exportación de metales</p>

JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ ROJAS
Con la enorme demanda de metales para su industrialización de parte de la República Popular China, se ha incrementado en todos los países tercermundistas una agresiva competencia para obtener todo tipo de metal que pueda ser fundido para su posterior exportación. Así, un sinnúmero de personas que nunca han producido ni importado metales de cualquier tipo, se han dado a la innoble tarea de irrespetar monumentos, tarjas y objetos, especialmente los de bronce y cobre, para ser fundidos y exportados como materia prima hacia el lejano oriente.

Debemos dejar bien sentado que en la República Dominicana no existe por ahora, de manera comercial, ningún yacimiento de cobre para que periódicamente por los puertos nacionales y hasta por los aeropuertos, se exporten lingotes de este material utilizado preferentemente por su excelente conducción en la fabricación de alambres para el tendido eléctrico, plaquetas, fusibles y hasta los medidores de agua de la CAASD. Es precisamente el hurto de los alambres utilizados para el tendido eléctrico que ha motivado que el secretario de Estado de Obras Públicas y Comunicaciones haya solicitado a las cámaras legislativas que voten una ley que prohíba la exportación de este metal, por no existir, como lo explicamos anteriormente, yacimientos o minas de ese metal en nuestro país. Obrando así, nuestro Congreso contribuiría a combatir la práctica criminal de la sustracción de lámparas y cables que se utilizan para el alumbrado público y privado.

En entregas anteriores había denunciado cómo desaprensivos, vulgares ladrones especializados, habían logrado llevarse kilómetros de cables entre Guerra y Bayaguana. Asimismo, en la sección Loma de Guayacanes en la provincia de Valverde. El secretario de Obras Públicas denunció que apenas unos días después de instalados los cables en la autopista Las Américas para su iluminación, los mismos fueron robados por segunda vez, sin que las autoridades destinadas a salvaguardar los bienes del Estado y el orden público se dieran cuenta de lo ocurrido. Igual suerte han corrido las lámparas que se instalaron en el puente Juan Bosch, una de las vías más concurridas de la ciudad, sin que hasta ahora aparezcan, ni las lámparas ni los culpables.

Ya no es noticia que en una estatua de un héroe nacional o de un busto, se roben las placas que identifican al homenajeado. A manera de ilustración escogemos algunos ejemplos para que se palpe, no sólo la osadía de los cacos, sino el enorme desprecio por los símbolos y los valores patrios. En Santiago y en Puerto Plata, el sable de cada estatua del general Luperón fue tronchado y desaparecido, suponemos para ser fundidos posteriormente. En el panteón de las Fuerzas Armadas en el Cementerio Nacional, el fusil del soldado que hace guardia de honor fue cortado y robado. Asimismo, en la estatua de bronce que indica la tumba del destacado botánico sueco Eric Leonard Ekman en el Cementerio Municipal de Santiago, su machete fue cercenado y desaparecido, lo cual le da un aspecto inconcluso a tan imponente escultura. Hace unos meses, casi todas las tarjas de las casas de las academias y otras mansiones particulares, fueron robadas o semi desarticuladas en la Zona Colonial de nuestra capital.

También denunciamos, lo altamente peligroso que resulta la sustracción de las tapas de hierro colado que se colocan en los “hidrantes”. Cuando un vehículo que circula a mediana velocidad cae en uno de estos hoyos, el aro generalmente se daña por el impacto y muchas veces también hasta el neumático. Esto ha provocado graves accidentes por la pérdida del control del vehículo por parte del conductor que ha embestido al vecino, a veces ocasionando una cadena de choques.

En un país donde el Centro de Exportación e Inversión informó que en el año 2006 se exportaron toneladas de cobre y que, como ya hemos expresado, sin minas de cobre es fácil deducir que la gran mayoría del material de cobre que se exporta proviene del robo de cables, placas, bustos y objetos fabricados en cobre o bronce. Por eso, apoyamos la idea lanzada por el secretario de Obras Públicas en cuanto se prohíba por ley la exportación de los antedichos metales. Ahora bien, hemos sido informados, que esta medida no se ha tomado, no obstante el gran número de robos cometidos, debido a que en este tipo de negocio, que involucra una gran cantidad de divisas, están involucrados altos dirigentes políticos del partido en el poder y que estos “pejes gordos” tienen una gran influencia, para que este lucrativo comercio sea detenido. Creemos que el presidente Leonel Fernández, que ha demostrado gran sensibilidad por la cultura y el arte, debería provisionalmente hasta que el Congreso lo establezca por ley, expedir un decreto prohibiendo la exportación de cobre, bronce e hierro colado, para detener la ola de sustracción de objetos, algunos con gran valor histórico, que ha provocado indignación en la mayoría de los ciudadanos conscientes ante la afrenta de nuestros valores patrios.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas