Un anuncio relevante por lo que significa para el impulso y robustecimiento de la economía dominicana es el que ha hecho el Ministro de Agricultura Ángel Estévez en el sentido de llevar a cabo los esfuerzos para convertir a nuestro país en el principal exportador de frutas de la región del Caribe.
La declaración de Estévez se hizo en el contexto de la celebración del Día Regional de las Frutas en los países de Centroamérica y RD, agregando su aspiración de convertir al país en uno de los mejores del mundo en cuanto a la producción de frutas tropicales para la exportación y el consumo local.
El esfuerzo es válido y su implementación necesaria. No obstante se debe recordar siempre la legítima preocupación del Profesor Juan Bosch cuando propugnaba a principios de los años sesenta en favor de la transformación del cacao que se exportaba como materia prima, en un producto elaborado con un valor agregado real y no como lo definiríamos hoy, un «commoditie».
Agregar valor a la gestión productiva mediante la investigación y la innovación convirtiendo la materia prima en bienes de consumo pasivos de ser promovidos y mercadeados con ventaja competitiva en el mercado internacional, es un imperativo en esta época de competencia globalizada.
Muchos son los factores que provocan que los países desarrollados se encuentren en la posición de vanguardia que disfrutan hoy. Uno de estos es la cultura de la investigación y la innovación que promueven permanentemente dentro y fuera de sus fronteras.
Nuestro país, apartado de esa cultura, ha mantenido un posicionamiento tercermundista en ese tenor. Queda claro que competir con «commodities» es una gestión obsoleta, ya que reduce el nivel de competitividad de los actores comerciales en el mercado global.