El ex presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO), José Antonio Flaquer, consideró que los tratados de libre comercio suponen un reto muy importante para el país, ya que pueden afectar o beneficiar a las generaciones futuras. Sostuvo, sin embargo, que se deben encarar esos tratados para hacer una agenda de nación y tener una visión de país donde impere y prospere la justicia y la institucionalidad que se necesita para funcionar como nación.

El empresario expone sus consideraciones en una cápsula televisada que auspicia la Secretaría de Industria y Comercio, dentro de su campaña promocional del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica (DR-CAFTA).

Asimismo, en entrevista de promoción, Flaquer expresa que el DR-CAFTA llena de expectativas al sector exportador del país, por representar su mayor reto para mejorar la competitividad.

El ex presidente de ADOEXPO señala que “el principal desafío es contribuir a que el país pueda adecuarse rápidamente a un esquema de competitividad que le permita aprovechar el intercambio comercial convenido, ayudando a superar las distorsiones, deficiencias y conflictos entre el sector productivo nacional y las instituciones burocráticas”.

Destaca que lo más importante del TLC es que “se está poniendo la casa en orden; se está ordenando el país fiscal e institucionalmente, algo que por nosotros mismos habíamos sido incapaces de hacer por los intereses políticos y económicos”.

Entiende que los empresarios deben hacer nuevas inversiones en tecnología y maquinarias para competir eficazmente y que los políticos deben asumir un rol patriótico, poniendo en alto el interés nacional.

Señala que tiene la esperanza de que a mediano plazo se pueda prever que haya un sector manufacturero dominicano capaz de crecer de manera sostenida y que otros puedan replicar el éxito de sectores como el de las cervezas, la construcción, plásticos y frutos orgánicos.

En torno a los controles de calidad, explicó que aunque en República Dominicana hay pocas empresas certificadas, se trabaja a fin de que en las áreas alimenticias y de manufactura se puedan alcanzar niveles aceptables para cualquier mercado.

Expresó su preocupación por la ausencia de mecanismos extrabancarios ágiles para facilitar las operaciones financieras de la pequeña y mediana empresa, a tasas bajas

“Entendemos que todavía hay mucha tela que cortar para lograr la competitividad, como una tasa impositiva que favorezca más al sector productivo nacional y que lo acerque más a lo que ha sido el modelo exitoso de zonas francas; es decir, la convergencia de los sectores productivos hacia un modelo de pocas cargas impositivas que estimulen el desarrollo económico”, señala.

Flaquer puntualiza que “los tratados de libre comercio suponen para nuestro país un maravilloso reto que va  a poner a prueba nuestra capacidad como nación para decidir el futuro de las próximas generaciones de dominicanos”.