Exposición de obras hatianas un homenaje  al Museo Georges Nader

Exposición de obras hatianas un homenaje  al Museo Georges Nader

Haití ha sufrido. Haití  sufre. Un terremoto, de los más intensos que se hayan producido en el continente americano, ha destruido una cantidad enorme de vidas –todavía no calculada con exactitud–, dejado millares de inválidos y derrumbado la casi totalidad de las casas en Puerto Príncipe, Jacmel y poblados aledaños. Hay varios artistas entre las víctimas, cuyos nombres se ignoran, otros, felizmente, han sobrevivido.

Las edificaciones, que albergaban arte y cultura, no se han salvado del siniestro. Es así como, entre varios otros, tuvieron pérdidas, a veces irremediables, el famosísimo Centre d’Art –Centro de Arte–, el Museo del Panteón Nacional, el Museo del Collège Saint Pierre y el Musée d’Art Georges Nader –Museo de Arte Georges Nader–. Ese último, orgullo de su fundador y dueño, que poseía el mayor patrimonio de arte haitiano, con unas 14,000 obras, ha sido reducido prácticamente a escombros, y los pocos cuadros que resistieron al sismo, requieren ser restaurados.

Una exposición especial.  En homenaje al pueblo de Haití  y a sus instituciones artísticas, en particular al Museo Georges Nader, la Galería Nacional de Bellas Artes, con un apoyo expresado por el ministerio de Cultura, expone, en el Salón de la Rotonda del Palacio, pinturas  generosamente prestadas por la familia Nader,  en particular por doña Yvonne Nader y el doctor Francisco Nader, que expresan su tristeza y su emoción.

Estos hermosos cuadros,  presentados con un montaje sencillo, llevan el sello inconfundible del espíritu, la forma y el color de la pintura haitiana. Reflejan la cultura y la naturaleza, las dotes, la fuerza y la fe de una población valiente, que, si bien no ha dejado de llorar, está ya reconstruyendo el presente y apuntando hacia un futuro que todos anhelan sea mejor.

Imaginación y sensibilidad, ternura y sentido de la observación, sutileza del colorido y decisión del trazo distinguen esa identidad pictórica tan definida, donde a menudo el temperamento del artista y la destreza del artesano se conjugan armoniosamente. La selección de cuadros expuestos transmite esos  rasgos singulares.

El público visitante está  respondiendo con marcado interés y aprecia la autenticidad de las pinturas, reconociendo, además, a algunos de los artistas.

Brevísimos apuntes sobre el arte de Haití.  Haití cuenta con un arte conocido y reconocido internacionalmente, con una tendencia a definir sus expresiones como “naïves” o “intuitivas” –la calificación que nos parece la más apropiada–. Esa mirada  frecuente, pese a la diversidad estilística del arte haitiano, tiene una historia: sucede el fenómeno desde que el Centro de Arte, fundado en Puerto Príncipe en el 1944, se convirtió en una plaza para la reflexión, el estímulo y el encuentro de los artistas haitianos.

La institución se propuso entonces “haitianizar” la plástica local, reivindicando las raíces africanas ancestrales y un estilo vernáculo. Su éxito  tuvo una consecuencia definitiva, más vigente que nunca: exaltar en el arte haitiano, sobre todo en la pintura, pero también en la escultura –en madera, metal y materiales de recuperación– su alma y sus componentes populares.

Decir que los artistas natos florecen en Haití es un hecho más que una metáfora. En todas las regiones y poblados surgen talentos espontáneos, que desarrollan una obra abundante en torno a la representación real-imaginaria de la naturaleza y la gente, la vida cotidiana y las creencias religiosas.

Esos pintores y escultores, hombres y mujeres, llamados “autodidactas” por no estudiar en escuelas y academias, suelen aprender el oficio, a veces durante años. En los talleres de parientes o amigos, y observando las obras de otros pintores en galerías formales e informales, la vocación se precisa.

Ahora bien, hay otra categoría de artistas, que han estudiado en el exterior y cultivan el arte contemporáneo. Como bien lo decía la crítica Marta Traba, el arte haitiano posee una personalidad tan fuerte que impone su sello y resiste a las desviaciones externas.

Las obras de maestros expuestas

Los cuadros expuestos en Bellas Artes son de la autoría de conocidos artistas y maestros haitianos. Entre ellos figuran Prefète Duffaut, Wilson Bigaud, Bernard Séjourné, los Obin de Cap Haitien,  Gerard Valcin,  Claude Dambreville, Jean-Claude Legagneur. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas