Las obras, sabiamente seleccionadas, ameritan observaciones, cada una definida en relación con el conjunto expuesto, hasta con la producción toda de Elsa Núñez. Las diferentes etapas de una figuración, culta y sensible, articulada y plural, invitan a reflexionar: anhelamos que el Centro León promueva un coloquio, ya que el nuevo espacio acorta toda expresión crítica en un comentario global.
Compromiso permanente
La complexión representativa de Elsa ha cambiado naturalmente. Ahora bien, por ser antología, se descartó prácticamente la expresión romántica de retratos imaginarios y se limitó la parte abstracta cuya excelencia requerirá una muestra especial.
Elsa nunca se ha pronunciado por una sola fuente inspiradora: los modelos, implícitos o explícitos, que leemos en las obras, se han intensificado y enriquecido con años, circunstancias y contactos. Lo que fue primordialmente un modo de pintar, llega a la perennidad expresiva y la trascendencia de un poemario visual, entrega absoluta y también “profesión de fe”, refiriéndonos entonces al credo íntimo de Elsa
Reinventa percepciones sensoriales, proporciones, líneas y ritmos, diseñando variaciones luminosas -de la nocturnidad a la claridad explosiva del blanco-. La idoneidad, ontológica y estética, intelectual y social, se funde con la metáfora pictórica.
Los sucesivos ambientes enseñan que el lenguaje creativo de Elsa Núñez, espontáneo y consciente, es arte de afirmación si no de resistencia, según decía la magistral Marta Traba, respecto al arte latinoamericano. Un arte comprometido, distanciado de fórmulas o formulaciones contemporáneas. Cuando Elsa Núñez se las apropia, lo hace a su guisa, investigación permanente y técnica muy controlada. ¡La academia no engaña!
Aquella versión de las hermanas Mirabal, un clímax interpretativo, requería permanencia: felizmente, el Centro León “homenajea” su obelisco.
Mensaje final
Elsa Núñez ha alcanzado un renombre que corresponde a su talento, su trabajo, su personalidad. Muy joven, consiguió multiplicar exposiciones individuales, cautivando a los críticos y los coleccionistas… Naturalmente, ella ascendió en sus éxitos: intensa vida cultural, riqueza interna, destreza del oficio han favorecido una evolución triunfante, que no se detiene y culmina en la abstracción. ¡Gracias al Centro León por ”Alma adentro”!