WASHINGTON (AFP).- Legisladores estadounidenses expresaron este miércoles asco tras ver más fotos que aún no han sido publicadas sobre las torturas a las que los soldados estadounidenses sometieron a prisioneros iraquíes.

El presidente de la comisión de Fuerzas Armadas del Senado, John Warner, advirtió a la Casa Blanca -antes de que las fotos fuesen mostradas a los legisladores- contra la divulgación de nuevas imágenes de las torturas, por temor a que puedan provocar más actos de venganza contra estadounidenses.

Las fotos, confiscadas por investigadores militares, fueron mostradas a senadores en una sesión privada en el edificio del Senado.

«Esperaba que estas fotos fueran muy duras de soportar, pero son significativamente peores que cualquier cosa que haya anticipado», dijo Ron Wyden, un senador demócrata.

«Tome el peor caso y multiplíquelo varias veces. Esto significa que es muy urgente tomar medidas para reparar el daño», dijo.

Por su parte, el senador demócrata Bill Nelson dijo que las nuevas fotos son «repugnantes, decepcionantes».

Antes de la sesión el senador Warner exhortó a los senadores a ser discretos en la elección de las palabras para describir las imágenes, y pidió cuidado «cuando cumplamos con nuestra obligación de verbalizar (…) nuestra interpretación y el significado de estas fotografías para no incitar en ningún modo más odio contra nuestras fuerzas u otras que trabajen en la causa de la libertad».

Sus declaraciones se producen un día después de que un joven civil estadounidense, Nicholas Berg, fuera decapitado por sus captores en Irak, en una aparente venganza por el trato infligido a prisioneros iraquíes por parte de soldados estadounidenses.

Warner, además, opinó que «en este momento no sería sabio» publicar las fotos, sino durante los consejos de guerra «cuando la fiscalía tenga derecho a traer ciertas fotos, (y) la defensa tenga derecho a traer otras fotos, para que uno tenga un balance de intereses».

El senador demócrata Joseph Lieberman, por su parte, pidió prudencia, aunque opina que el caso de Berg no tiene que ver con las torturas.

«El impacto de las mismas (las fotos) fue tan repugnante e impresionante que no sé si añada algo» publicarlas, dijo Lieberman a la AFP.

«Si fuese abogado de los soldados no querría que esto salier en público, y francamente hay muchas caras de personas, iraquíes, sólo agregaría a su humillación. No estoy seguro de qué ganaríamos publicándolas», agregó.