QUITO. El expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram arribó el viernes a su país tras un exilio de dos décadas en Panamá, mientras su familia y partidarios preparan un multitudinario recibimiento en una populosa barriada del sur de Guayaquil.
Bucaram, un político populista de 65 años apodado “el loco”, regresó en la madrugada de acuerdo con los registros de migración y fotografías en las que se lo ve saliendo del aeropuerto en compañía de su esposa y otros parientes. Pudo regresar luego de que prescribieran hace poco los últimos procesos judiciales en su contra por presunta malversación de fondos públicos.
Su hijo y excandidato presidencial, que lleva el mismo nombre pero es más conocido como “Dalo”, publicó en su cuenta de Instagram que “el amor es el combustible perfecto para ser invencible en la búsqueda de la justicia y la paz”, texto que acompañó con una fotografía con su padre.
Bucaram se exilió en Panamá tras ser destituido el 6 de febrero de 1997 por legisladores de la oposición que esgrimieron que el líder populista tenía “incapacidad mental para gobernar”. El acto no fue avalado por psiquiatras ni psicólogos.
Durante su exilio Bucaram demandó al Estado ecuatoriano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y reclamó 200 millones de dólares con el argumento de que no se habían respetado sus derechos y que su destitución había sido ilegal.
Bucaram fue un personaje atípico en la historia de la política ecuatoriana. Con frecuencia bailaba y cantaba en la tarima durante su campaña e incluso mientras estuvo en el poder, entre agosto de 1996 y febrero de 1997.