MEDELLíN, COLOMBIA. «La paz no puede ser al costo de acabar con la seguridad», repite insistentemente Álvaro Uribe, primer expresidente de Colombia que regresa a la política, esta vez en busca de un asiento como senador en las elecciones legislativas del próximo 9 de marzo.
«Aún me siento con energía, entonces hay que dedicarse a la patria», asevera en una entrevista exclusiva con la AFP, al retomar el aliento después de un mitin de dos horas en Medellín, la segunda ciudad de Colombia y su principal bastión.
Este abogado de figura menuda y carisma indiscutible, que durante sus dos periodos de gobierno -2002-2006 y 2006-2010- combatió sin cuartel a la guerrilla, ha centrado su campaña electoral en las críticas al diálogo de paz que desde 2012 llevan adelante en La Habana el gobierno de su sucesor Juan Manuel Santos y las FARC.