Expulsiones…

Expulsiones…

[b]Señor director:[/b]

En la mañana de hoy, al igual que muchos dominicanos, me sentí consternado al enterarme de la expulsión del licenciado Hatuey De Camps y otros dirigentes, del seno del PRD. Esta fatua decisión fue tomada por una junta, presidida por Vicente Sánchez Baret, quien aparece en una foto con Tony Raful al lado y otros PPHachistas. Menciono a Tony Raful porque éste acusa a De Camps de traidor pero él olvida que años atrás él se fue del partido y fundó el PRI y ahora se une al PPH apoyando la reelección pasándole por encima a los principios del partido. )Cómo se le puede llamar a eso, señor Raful?

)Cuál es la verdad detrás de la expulsión de Hatuey De Camps y su grupo? Hatuey De Camps enfrentó a Hipólito Mejía y al PPH oponiéndose a su proyecto de reelección. Su posición fue coherente hasta el día de las elecciones y a eso se le llama responsabilidad y honestidad.

Lo que Hatuey hizo y dijo ocurrió en público, nunca se escondió ni dijo una cosa por otra, como hicieron otros altos dirigentes perredeístas que dijeron que no apoyarían la reelección, pero se confabularon con el PPH y su ambición continuista. Los verdaderos traidores del partido son quienes por encima de la voluntad del pueblo impusieron la candidatura de una figura gastada, que no iba a ganar, como la del presidente Hipólito Mejía )Por qué culpar a Hatuey de la desgracia del partido? Desde el inicio del año 2003 se oía por toda parte a la gente del pueblo expresando su frustración con el gobierno. La caída del presidente Mejía se veía desde lejos y aunque Hatuey y su grupo le hubiesen dado todo su apoyo, no hubiese servido de nada, porque el problema no era Hatuey, sino que el pueblo no aguantaba más.

Hatuey supo interpretar los sentimientos del pueblo, supo delinear lo que no era un secreto para los perredeístas ortodoxos: El PRD se desarrolló sobre el principio de la no reelección y el no iba a dar su brazo a torcer para favorecer la ambición de un grupo de personas indolentes. Esta actitud responsable hizo que las bases del partido, inclusive mucha gente fuera del PRD, empezaran a ver a De Camps como el defensor del partido y amigo de los pobres. Al emerger este nuevo Hatuey puso nerviosos a los que se creen dueños del PRD y pensaron en darle un golpe mortal, destructor, para quitarlo del camino bajo la acusación de ser un traidor. Tan nerviosos están ante el creciente liderazgo del licenciado Decamps que dieron un golpe precipitado, vengativo y a ciegas, esperando recibir el respaldo del pueblo.

Pero una vez más se han equivocado con Hatuey, él ha sobrevivido a muchos golpes políticos; ha resistido una feroz campaña dirigida a destruir su integridad, su moral e inclusive su personalidad; se ha mantenido incólume ante la descarga del odio de quienes se ven amenazados en sus aspiraciones más intrínsecas. Así como el pueblo no se dejó engañar y manifestó su voluntad en las urnas, tampoco se dejará engañar esta vez y saldrá en defensa del único líder que fue capaz de denunciar los desafueros del gobierno de su propio partido. Eso es lo que la gente está diciendo en las calles, en las bases del partido, y en los foros de los periódicos Hoy y el Nacional, donde de cada diez comentarios, siete muestran su respaldo a Hatuey De Camps.

Con la expulsión de Hatuey y su grupo del seno del PRD, lo que se ha logrado es engrandecerlo más. Nunca su figura se había elevado tanto como ahora, diríase que ha alcanzado el nivel presidenciable; honor que, con la ayuda de Dios y el favor del pueblo, alcanzará muy pronto.

Hatuey, desde aquí te saludo y te reconozco como el nuevo líder del pueblo dominicano.

Atentamente,

Natividad De Jesús Fermín

Rochester, New York

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