La sala Máximo Avilés Blonda del Palacio de Bellas Artes acogió la Gala del 55 aniversario del Coro Nacional. El público colmó platea y balcón, disfrutando del equilibrado programa que contó con el acompañamiento de la Orquesta Filarmónica, dirigida por los maestros Julio De Windt, Jacinto Gimbernard y el propio José Enrique Espín, director titular del coro, y la participación de los notables violinistas Aisha Syed y Caonex Peguero. El programa inicia con la Obertura de la opereta Mozart de R. Hahn, bajo la dirección de Julio De Windt. La hermosa música introductoria preparó el ambiente, avivó los sentidos para el disfrute de una noche memorable. A continuación, el concierto para dos violines y orquesta, de J. S. Bach cautiva. Esta página brillante magistralmente escrita, propicia el diálogo de los dos violines, colocados en igualdad de plano; el coloquio es más intenso en el segundo tiempo, la orquesta deja el protagonismo a los violines, limitándose a ejecutar acordes. Aysha Syed y Caonex Peguero, logran una gran sintonía. El maestro Gimbernard motivado, logra una totalidad excelente.
Emoción
El momento más impactante se produce con la interpretación de las Danzas Polovetsianas del príncipe Igor, de Borodin. El espíritu ruso y oriental se deja sentir, la música, bárbara, exótica, y las voces vibrantes, producen una impresión espectacular; el Coro Nacional se crece, el maestro De Windt conduce con movimientos ondulantes, envolventes, logrando la perfecta armonía entre la música y el canto, el público aclama puesto de pie.
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Más del concierto
La misa de coronación de Mozart
Contrasta, pasando del desenfreno al misticismo. Los solistas, Ondina Matos, Vivian Lovelace, Nelson Arias y Frank Lendor, tienen una acertada participación. José Enrique Espín conduce con acierto, coro y orquesta. El programa de la noche concluyó con el Aleluya de El Mesías, de Handel, dirigido por Jacinto Gimbernard, un final excelente, porque justo, alegría y júbilo, hemos sentido esta noche de fiesta del Coro Nacional.