El Ministerio de Educación dispuso ayer que en las regionales  donde más se han perdido horas de docencia, debido a paros convocados por la Asociación Dominicana de Profesores se elabore  un calendario de reposición para extender el año escolar. La medida, contenida en la circular número 9, procura compensar la docencia dejada de recibir debido a los frecuentes paros magisteriales.

La ministra de Educación, Josefina Pimentel, dispuso ayer que en las regionales  donde más se han perdido horas de docencia, debido a paros convocados por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) se agotará un calendario de reposición que extenderá el presente año escolar.

La medida, contenida en la circular número 9, que instruye a que se elabore el calendario especial, pretende enfrentar los diversos paros, marchas, asambleas y piquetes que durante este año lectivo han organizado los maestros para lograr  reivindicaciones.

La mejora de sus salarios, de los servicios de la ARS-Seguro Médico Para Maestros (Semma) y de la calidad del Desayuno Escolar fueron las principales demandas que erigieron los docentes y que provocaron la pérdida de hasta semanas de clases, principalmente en el Norte y  Sur del país.

No se pierde “nada”.  Al referirse al tema, el presidente de la ADP, Radhamés Camacho, argumentó que aunque los docentes hacen paros no descuidan los contenidos académicos que  indica el calendario escolar.

“Lo ideal es que no se pierda ni un minuto de docencia”, afirmó el dirigente magisterial, quien consideró que cualquier propuesta para recuperar las horas perdidas debe ser primero consensuada y basada en la búsqueda de soluciones a los problemas de fondo.

Camacho destacó que los paros de docencia no se organizan  “alegremente” y que, aunque están contemplados en los reglamentos de la ADP, se consideran una medida extrema.

Preocupante.   El director ejecutivo del Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo, Octavio Figueroa, expresó preocupación por la pérdida de docencia y destacó que uno de sus principales riesgos es que provoca desmotivación.

Dijo que las interrupciones de clases trastornan la concentración y  disciplina que requiere el proceso pedagógico, lo que afecta el desempeño de los alumnos. “Creo que la ADP tiene razones de sobra como para llamar la atención y pedir que se atiendan las problemáticas que les afectan, pero creemos que los paros de docencia no resuelven la situación”, expresó Figueroa al ser consultado.

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Otros métodos

Aunque reconoció el derecho de la clase trabajadora a organizar huelgas, Octavio Figueroa, del Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo,  sugirió  a la dirigencia de la ADP buscar métodos creativos de lucha para lograr sus objetivos, como los de   la lucha del 4% del PIB para Educación.