Extensión del horario educativo

Extensión del horario educativo

La educación dominicana anda por mal camino, pues son  muchos sus problemas, que se arrastran desde que se fundó la República. Gobiernos van y gobiernos vienen y cada uno aplica su propia visión para mejorarla, sin dar pie con bola.

Suman millones de dólares y de pesos los invertidos en diversos programas educativos, que en sentido general poco han mejorado, aunque suelen citarse como grandes pasos de avance.

Este comentario es a propósito del anuncio del Ministerio de Educación en el sentido de que para el próximo año escolar, 20 escuelas de diferentes puntos del país, con un total de 8,000 alumnos, comenzarán un plan piloto que incluye la jornada extendida de clases de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde.

El desayuno escolar, que según las autoridades  beneficia diariamente a 1.5 millones de niños y adolescentes de inicial y básica, en 5,025 planteles, será modificado, aplicándose una fabulosa dieta a base de galletas nutritivas saladas y  dulces, adicionándoles frutas tropicales.

Nada se dijo en qué consistirá el almuerzo. ¿Será que los alumnos estarán obligados a llevar su “lonchera” con comida de su casa?

Uno no entiende cómo es posible justificar la extensión de las clases con alumnos que solo hayan ingerido el famoso desayuno escolar, que desde el punto de vista nutricional y de seguridad alimentaria ha sido un fracaso.

¿Es que nos hemos olvidado de los cientos de niños intoxicados con el mentado desayuno, por falta de una organización y supervisión adecuadas?

Es curioso que sea ahora, en medio de una crisis económica de proyecciones incalculables, que se anuncie tales planes, que requerirían de inversiones millonarias que, en base a la experiencia, solo harían más ricos a quienes se benefician de los programas de Educación.

¿Es que también nos hemos olvidado de los famosos textos integrados, que finalmente hubo que descartar después de una inversión millonaria no recuperable?

Hay que reconocer que es una buena idea la intención  de mejorar las condiciones de estudios y la calidad de la educación de los jóvenes dominicanos.

Pero creemos que este no es el momento más oportuno para realizar tales proyectos, cuando el país tiene un cuantioso déficit fiscal y una deuda externa que crece cada día, aparte de que muchas otras obras prioritarias apenas podrán ser terminadas y aquellas por construir, ofertadas por el honorable Presidente de la República.

Creemos que en momentos tan dramáticos como los que vive la nación, los funcionarios que toman decisiones deberían planificar mejor sus proyectos y ser más prudentes en el manejo del gasto público.

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