No cabe duda de que cada vez más, los ciberdelincuentes mejoran sus estrategias; los mismos se vuelven más audaces, agresivos e inteligentes a la hora de obtener datos en línea provocando esto que sea más fácil ser víctimas de ataques en la red.
Es por ello que se hace necesario adoptar medidas afectivas que eviten caer en la trampa de la extorsión en el ciberespacio.
El ingeniero Hiddekel Morrison define el ciberacoso como el proceso mediante el cual se posiciona, se chantajea o se lleva a una persona a realizar o a materializar cualquier tipo de acción no deseadas o pago de dinero, así como algún tipo de conducta que se le solicite, a cambio del control de sus medios digitales o de un contenido digital, como pueden ser fotografías comprometedoras, o bien alguna grabación o video.
Morrison detalla que este tipo de acciones se realiza a través del hackeo, que por lo general no es del entorno cercano a la víctima; usando técnicas de ‘hacking’, manipulación de seguridad de cuentas o de ingeniería social, estos ciberdelincuentes pueden tener el acceso a las contraseñas de correos y de perfil de redes sociales de la persona involucrada.
La obtención de estos accesos se realiza mediante “hackeo” remoto, probando con diversas contraseñas, cuando las mismas no son robustas, o por la recepción de ‘emails’, que la persona descarga, lo que provoca que empiece a perder el control de sus cuentas.
La otra manera, según el tecnólogo, es mediante la interacción entre la víctima y el victimario. Pudo haber un conocimiento previo, que es cuando se tiene algún contenido o evidencia digital. Por lo general un chat, una conversación, una captura de pantalla o se solicitaron fotografías y la persona accedió a enviarlas.
¿Como evitar ser víctima de ciberacoso? El experto en tecnología, explica que este tipo de acciones es totalmente prevenible.
Explica que para protegerse de estos ataques, los usuarios deben modificar sus contraseñas, al menos cada tres meses. Además, aconseja que sean alfanuméricas (combinando letras con números o cambiando la S por el signo de peso, la O por el cero, que son caracteres especiales), para obtener una contraseña robusta, lo que evita ser víctima de ingeniería social.
“Muchas personas entienden que como su celular es algo privado, personal, pueden tomarse fotos inapropiadas y mantenerlas en el mismo, sin tomar en cuenta que este se puede dañar, y que al llevarlo a reparar queda en manos del técnico que va a ver todo el contenido, o que simplemente puede ser robado y ahí comienza un proceso de extorsión con fotos o videos privados” explica Morrison.
Señala que nunca se deben completar accesos a cuentas bancarias, redes sociales o correos electrónicos de enlaces que se reciban por email, ya que eso se denomina “fishing” o pesca.
“Un delincuente informático envía un correo masivo, donde dice que es de parte de Facebook, Twitter o tal institución financiera, completa tu acceso, y cuando se coloca el nombre de usuario y la contraseña, lo que en realidad se está haciendo es proveer los datos al delincuente”, advierte Morrison.
Sanciones establecidas. Según John Henry Reynoso Ramírez, titular de la Procuraduría Especializada contra Crímenes y Delitos de Alta Tecnología, las condenas para personas que incurren en estos actos van desde tres meses a un año de prisión y multa de cinco a quinientas veces el salario mínimo, pero hasta la fecha no se han dado condenas ejemplares, en virtud de que siempre las personas llegan a mutuo acuerdo, provocando que se caiga el caso.
Es por ello que desde su posición, aboga para que se modifique la Ley 53-07 sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología, ya que entiende que a la misma se le debe agregar varios delitos que se cometen a través de internet y modificar las sanciones a los delitos que ya se contemplan en dicha ley.
“Esta ley contempla todos los casos de acción pública a instancia privada, a excepción de los casos de pornografía infantil o delitos contra enajenados mentales o discapacitados que sí es de acción pública”, detalla Reynoso.
Exhorta a las personas que estén siendo víctimas de ciberacoso a dirigirse a la Procuraduría Especializada Contra Crímenes y Delitos de Alta Tecnología y poner una denuncia.
Sostiene que una vez la víctima agota este proceso, las autoridades competentes realizan una investigación para tratar de detectar su dirección IP, luego se cita a la persona para que comparezca ante el Ministerio Público y si no se presenta ante este, se solicita una orden de arresto en virtud al delito que cometió dicho imputado.