Médicos legistas, camilleros, policías y hasta funerarias hacen negocio aprovechándose de los deudos de personas que mueren violentamente y cuyos cádaveres acuden a reclamar a las morgues.

Para el doctor Sergio Sarita, reconocido  patólogo y  funcionario de Salud Pública, en torno a los hospitales operan mecanismos de extorsión. Dijo que en medicina forense hay    un desorden.

Verdaderos mecanismos de extorsión y mafia con cadáveres reclamados por familiares funcionan alrededor de las morgues de los hospitales del país, denunció ayer el patólogo doctor Sergio Sarita Valdez.

El funcionario aseguró que el país tiene un verdadero desorden en lo que concierne a medicina forense, lo que se evidencia en la tragedia de una familia en la que algún familiar  tuvo una muerte violenta.

Estos mecanismos de extorsión involucran a médicos legistas, camilleros, policías y a las funerarias quienes se la ponen difícil a los familiares para buscar dinero y de esa forma “facilitar el trabajo”.

Señaló que se trata de una responsabilidad de la Procuraduría General de la Repùblica  que no tiene una política para absorber a los forenses que egresan de la única escuela que tiene el país, la residencia de medicina forense del Instituto de Patología.

El problema no es sólo la escasés y precariedad de los médicos legistas, sino que tampoco hay un sistema de ambulancias con radios de comunicación, y todo el personal está mal pagado.

El patólogo aseguró que se está extorsionando a las familias en medio del dolor por la muerte trágica de un familiar. “Ellos hacen de la muerte una gran tragedia”, aseguró Sarita.

Se trata de una responsabilidad que compete directamente al Ministerio Público, pero que además compete al Ministerio de Salud, pues están involucrados los hospitales del sistema.

Llamó la atención en torno al irrespeto que hay en el país por los muertos, sobre todo cuando se trata de los pobres que son, con mayor frecuencia, quienes padecen en accidentes de motocicleta o víctimas de la violencia que afecta al país.

Los muertos hablan, insistió el patólogo, tras señalar que es necesario que la ciencia halle las evidencias que permiten aplicar justicia a los culpables.

Cadáveres.  De su lado, moradores de la comunidad de Pantoja, en el Distrito Nacional, amenazaron con quemar una morgue que ha improvisado la Procuraduría en el Cementerio Cristo Redentor, cuya chimenea expide fetidez y olor a putrefacción hacia el vecindario.

La razón es que en esa morgue son depositados, sin ningún criterio, los cadáveres encontrados en descomposición en las calles de la ciudad.