LOS ANGELES. AP. Un ex soldado guatemalteco acusado de haber participado en una matanza en 1982 durante la guerra civil en la nación centroamericana fue extraditado desde Canadá a California donde se le acusa de fraude de inmigración.   

José Sosa Orantes fue trasladado a Estados Unidos procedente de Canadá, a donde se había fugado cuando las autoridades estadounidenses comenzaron a investigar presuntas acusaciones de que era un criminal de guerra que había mentido a los funcionarios estadounidenses para nacionalizarse.   

Las autoridades dicen que Sosa afirmó que nunca había servido en la unidad militar guatemalteca que él había comandado.   

Sosa, que vivió por muchos años con el sur de California y trabajaba como instructor de artes marciales fue acusado de un delito de dar falso testimonio para su nacionalización y de haber obtenido ese estatus ilegalmente. Si fuese hallado culpable de ambos cargos podría ser condenado a 15 años de prisión.   

Según un encausamiento en un jurado investigador en el 2009, la unidad conocida como los “kaibiles” irrumpió en una aldea de Guatemala en busca de presuntos guerrilleros que habían robado armamento militar. Sosa y otros 40 soldados presuntamente mataron a hombres, mujeres y niños durante el registro del lugar.   

Entre los métodos usados por los militares, las víctimas eran golpeados y arrojados a un pozo. Muchas mujeres fueron violadas antes de ser asesinadas, según indican los documentos judiciales.   

“Aunque no se le acusa de crímenes de guerra en Estados Unidos, nuestra investigación de muy minuciosa y hemos reunido evidencia de los crímenes que cometió en el extranjero y es nuestro deber compartir esa información con cualquier institución extranjera que lo acuse”, indicó Claude Arnold, agente especial de investigaciones de seguridad interna de la Agencia de Inmigración y Aduanas en Los Angeles.   

Sosa también tiene requisitorias en Guatemala por cargos relacionados con la masacre.   

La guerra civil en Guatemala cobró por lo menos 200.000 antes de que concluyera en 1996. El ejército respaldado por Estados Unidos ha sido responsable por muchas de las muertes, según una comisión de la verdad establecida para investigar las matanzas.