Un matrimonio sufrió un fuerte accidente de tráfico a finales de 2014 en Sevilla. La mujer resultó herida, mientras que el hombre falleció en el acto. Sin embargo, gracias a la orden de un juez, el matrimonio podría tener un hijo pese a ser concebido después de la muerte de uno de sus progenitores.
Un experimentado urólogo extrajo semen al hombre fallecido en el accidente de tráfico, después de que el juez aceptase la petición de su mujer. Tras el accidente, su esposa pidió al juzgado de guardia que extrajeran el líquido seminal al difunto, para así después poder ser inseminada. La operación debía realizarse en un plazo máximo de 24 desde el fallecimiento, por lo que el magistrado dio el visto bueno a la extracción y ordenó su congelación, antes de autorizar finalmente su uso.
La resolución no será sencilla ya que no existe un documento expreso en el que el hombre aceptase que, en caso de muerte, le extrajeran el semen para inseminar a su mujer.