San Cristóbal.-   La impotencia   se apodera de moradores del sector Boruga de esta ciudad  sureña, debido a que  la zona de influencia del río Nigua está siendo saqueada    “clandestinamente” por propietarios de camiones que pagan por  sus más recónditos agregados.

Según las denuncias de los lugareños, durante el día se observa hasta treinta camiones cargando materiales, cantidad que  aumenta en horas de la  noche, provocando  además  desasosiego a las familias que no pueden dormir, debido a los ruidos que producen las máquinas pesadas.

Autores de la depredación entienden que no hacen ningún daño al extraer agregados día y noche, porque el río  está seco.

 “Yo junto material y lo vendo ‘polque’ necesito lo ‘cualto’, pero no he pa dañá el río, aunque ahora no tiene agua”, expresó uno de los trabajadores, quien no se identificó.

Sobre el tema, Marino Disla, residente en el sector, explicó que los “paleros”  son quienes extraen la arena y las piedras  para venderlas a dueños  de camiones, quienes a su vez   expenden  el material al sector construcción a precios más asequibles que en las ferreterías y, por tal razón, es que se ha popularizado tanto la actividad.

La extracción de arena, piedra y caliche en la zona se hace ante la mirada indiferente de policías que frecuentan el lugar, lo que fue contactado por esta redactora.

Representantes de la  junta de vecinos afirmaron que han acudido reiteradas veces a la Secretaría de Medio Ambiente, después del paso de la tormenta tropical Noel que causó estragos en estos predios y, sin embargo, se quejan de que esa institución   no ha hecho nada para detener la destrucción del cauce. Señalaron que  para llenar un camión de esos materiales el propietario del vehículo paga RD$1,200, que se dividen entre   los denominados “hombres hormigas”que trabajan bajo el candente sol.  

Recuerdan  que hace cinco el Nigua era un río muy caudaloso, pero hoy no queda siquiera una reseña de lo que fue. Hacen un llamado a las autoridades  para que actúen,  antes de que ese cauce  se vuelva una gran cueva y un  peligro   para  las familias que viven cerca   del lugar.