Extraña historia de realezas
y herencias millonarias

Extraña historia de realezas<BR>y herencias millonarias

POR ÁNGELA PEÑA
Recorren el país y otros lugares del mundo con una extraña historia de realeza, el reclamo de herencias millonarias supuestamente incautadas y de unos presuntos hijos de noble abolengo, casi treinta, nacidos en partos múltiples, que les fueron arrebatados a Su Alteza para apropiarse de sus bienes principescos porque representan “una fortuna para quienes son sus tutores legales”, afirma.

 Dos libros que han publicado y que según ellos avalan su procedencia hidalga, lo cual no es comprobable en sus páginas, han concitado el escándalo nacional e internacional sobre todo porque uno de los presuntos príncipes herederos es un joven cantante romántico de fama universal, aunque también hay entre su descendencia noble, reconocidas figuras del cine, radio y televisión, los deportes, la lucha libre mundial, la jurisprudencia, la genealogía, la historia.

 Exponen sus planteamientos e hilvanan la misteriosa relación de sus ancestros con tal vehemencia que aparentan estar lúcidos y ser cuerdos, aunque ya les han acusado de haber perdido el juicio, andar mal de la memoria, estar locos. Consideran normales los comentarios por los intereses que dicen encierra su encopetada situación.

 En cada intervención de ellos explota una bomba. Ninguno de los tres tiene temor de citar personas a las que comprometen en sus tramas de raptos, persecución, robos, envenenamientos, asesinatos. Su más reciente revelación es que el ex director de una institución oficial dedicada a la preservar la memoria documental dominicana no murió por los efectos de un derrame cerebral, sino víctima de un atentado. ¿La razón? Presuntamente él se responsabilizó en un popular programa semanal de haberse tomado la libertad de secuestrar unos papeles del ex Presidente Vásquez de la institución que dirigía para que no se los robaran del organismo, dicen. Agregan, además, que al poner en sus manos una carta que ligaba al ex mandatario a los Borbones, y ofrecerles facilidades de búsqueda de material, ubicación privilegiada, firmado y sellado de papeles que ellos localizaron para sus pruebas, lo hizo blanco de quienes los persiguen para eliminarlos y borrar toda huella de su pasado aristocrático.

 También asesinaron, aseguran, a un distinguido profesor universitario cuya muerte pasó por un aneurisma pero sus persecutores debían anularlo, aseguran, porque era testigo excepcional del nacimiento de uno de sus dignos retoños que reside en Santiago como jurisconsulto pero que admite, según ellos, ser hijo de la preclara madre que muestra orgullosa la foto que se tomaron juntos en aquella ciudad en donde ella encontró deambulando otro augusto sucesor, el único que ha podido rescatar porque éste no fue entregado a ninguna pareja que quisiera adueñarse de su elevado patrimonio o mezclarse con la sangre de su linaje azul, ya que lo dejaron por muerto en un hospital local.

 Hay otra víctima de la trama contra ellos, significan, un conde que vino a traer unos cuantiosos millones procedentes de una Casa Real Europea. Encontraron su cadáver en el baño y expresan temor que puede ocurrir lo mismo tanto a ellos como a otro conde que vive con un nombre común en un polo turístico del país, que tiene contacto permanente con ellos y que “trajo importantes recursos” de la nobleza. ¿Alucinaciones?

¿Demencia Real?

 Dentro de la vida ordinaria que les ha tocado recorrer, se llaman Edita Reynoso González, Fernando De León Polanco y Fortunato Horacio Reynoso González pero a los hermanos les corresponden denominaciones reales de Vásquez, Moya, Borbón y Braganza, Borbón y Borbón, Borbón Parma, Vargas Borbón, comunican.  Con esos aditamentos se llaman y firman.  El esposo de Su Alteza es Don Fernando.

 Esa es la motivación por la que en círculos históricos, intelectuales, sociales, genealógicos, se refieren a ellos en son de broma como “Los borbones”.

 Edita, su esposo Fernando y Fortunato son voceros, representantes, reclamantes e imagen de la supuesta nobleza alegadamente acosada, saqueada, vejada por diferentes gobiernos. Van y vienen por instituciones bancarias, fiscalías, arzobispados, reales academias, ministerios, embajadas, secretarías de Estado, procuradurías, palacios presidenciales, institutos, templos, oficinas de abogados e investigadores.

 A Fortunato, que dice ser pastor evangélico, por lo que además de su título nobiliario tiene el de Reverendo, le secuestraron también tres niños, uno es un famoso corredor criollo de campo y pista, de fama mundial, y los otros, dos famosos gemelos, uno actor de cine estadounidense y otro conocido en los escenarios mundiales de lucha libre. Son la descendencia más oscurita, porque los blasonados vástagos de su señorial hermana son blancos, ojos galanos, casi todos rubios, encantadores, bellos.

 Los cuatro hijos de Doña Edita y Don Fernando fueron resultado del séptimo y último parto de la prodigiosa soberana. Dos, aseguran, los tienen en una institución infantil gubernamental que se niega a entregárselos y la otra parejita dicen que se la hurtó una destacada comunicadora social dedicada a la investigación social y política por la televisión criolla que viajaba cada sábado a Santiago para ver donde vivía la eximia grávida hasta que un día supuestamente le llevó con cruel alevosía el fruto de sus entrañas mágicas.  Su Alteza tiene informes de que la secuestradora jamás ha podido concebir.

¿Locos…?

 Estos sensacionales seres a los que la mayoría no hace caso por considerarlos trastornados, llegaron a sostener entrevistas, en el pasado Gobierno, con el ex Presidente Hipólito Mejía, a quien visitaron en el Palacio Nacional; con el Secretario de Estado de Cultura, licenciado Tony Raful. El entonces procurador de la República, Víctor Céspedes Martínez, los autorizó nada más y nada menos que a ¡exhumar los restos del ex Presidente de la República, Horacio Vásquez, y de su esposa, Trina de Moya!, para realizarles pruebas de ADN. En el hecho se involucró a monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Arzobispo de la Diócesis de Santiago.

 Personal del Archivo General de la Nación de la pasada administración, que les suministró documentación fue cancelado, aunque fotos y papeles que los nobles reproducen en sus libros no necesariamente garantizan sus hipótesis.

 -¿Es cierto que se les negó la entrada al Archivo General de la Nación? Responden que oficialmente no pero que los tienen bloqueados  y que les ha resultado imposible obtener una cita con el actual director.

 ¿De dónde sacan tanto dinero para tantas exposiciones, intervenciones, viajes, publicaciones, correspondencia notariada? Dicen que gastaron 35 mil dólares en los exámenes del ADN cuyos resultados les tienen incautados en la Procuraduría, según ellos, sus libros, aunque deficientes en redacción y gramática fueron impresos en material de primera. Los viajes a Estados Unidos y Europa no los interrumpen. ¿Alguien los patrocina o cuentan con medios económicos tan afluentes?

 Dios les provee, responden, y revelan que una de sus hijas no raptadas auspició las publicaciones. “Aquí hay muchas personas que saben la verdad y no se atreven a decirla porque la mandan a la otra vida. Nosotros tenemos dinero. Dios nos suple”.

 “En el Archivo General de la Nación hay una mafia, el trujillato está todavía ahí, esos empleados cumplieron con su deber y los han acusado hasta de ladrones. Eso fue un abuso”, alegan. 

-Hasta la Iglesia fue complaciente con ustedes al permitirles exhumar los restos-, se les observa y comentan: “Porque la Iglesia sabe que nosotros somos los verdaderos nietos de Horacio”.

 -¿Es cierto que fueron atendidos en el Archivo por órdenes expresas del Palacio Nacional en el pasado Gobierno?- “Eso no lo sabemos. Ahora, las facilidades sí nos las dieron, y don Font Bernard nos visitaba en la Sala, se nos atendió como seres humanos”.

 -¿Tienen dinero?- “Sí, tenemos dinero secuestrado desde 1997, mucho dinero. Hicimos la solicitud al Presidente Mejía e iba a otorgárnoslo y no se lo permitieron”.

 -Edita, a pesar de todas las entrevistas que te han hecho en Estados Unidos, Europa, República Dominicana, la mayoría piensa que estás loca, que no se te debe hacer caso y algunos se preguntan si eres como las perras, por tantos partos múltiples?-

 Contesta que las burlas son normales, que no se queja. “Realmente es una locura, porque  al doctor… , de Santiago, se le ocurrió alterar mi organismo dándome a tomar las hormonas para que yo saliera con esos embarazos. Yo no soy una gallina reproductora, y los que dicen que soy una perra, si ven la palabra … van a ver que eso es lo que produce esos partos…”. Llama por su nombre una pastilla, aunque también dice que ella y su hermano son tan productivos por transmisión del veneno de un antepasado.

 Se insiste al preguntarle si hay alguien detrás de todo este entramado. Ella reitera que “hace 120 años que tenía que decirse la verdad…”.

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