Más de uno de cada cinco trabajadores en Suiza es extranjero. Eso pronto podría cambiar. Casi doce años después de abrir sus fronteras a los expatriados de la Unión Europea, los suizos el 9 de febrero podrían dar marcha atrás con esa medida. Una votación a favor de restricciones a la inmigración, que está ganando terreno en las encuestas de opinión, podría tener un efecto bumerán en la economía del país, según el gobierno suizo.

Lo que está en juego es decisivo para compañías como las farmacéuticas de Basilea Roche Holding AG y Novartis AG, que dependen de los profesionales extranjeros a falta de personal local calificado. Alrededor de la mitad del equipo de investigación y desarrollo de Roche está compuesto por extranjeros, según el máximo responsable ejecutivo, Severin Schwan, que es austríaco. Mientras los bancos suizos enfrentan dificultades luego de la crisis financiera y la restricción del secreto bancario, el peligro que corren la industria y la atención sanitaria, fuerzas impulsoras de la economía, ahondan la preocupación.

“Si hay un aspirante suizo calificado, naturalmente lo tomamos, pero a menudo no lo hay”, dijo Michael Tschopp, responsable de recursos humanos del Hospital Universitario de Zúrich, que lanzó un programa en España para reclutar asistentes de enfermería, ayudando a los candidatos a pulir sus conocimientos técnicos. Esto responde a la situación de la industria de la atención sanitaria suiza, en la que un tercio de los trabajadores no son ciudadanos. Los inmigrantes calificados tienen un papel destacado en las empresas suizas desde hace cientos de años.

LAS CLAVES

1. Gran porcentaje

Más de uno de cada cinco trabajadores en Suiza es extranjero.

2. Un cambio

Casi doce años después de abrir sus fronteras a los expatriados de la Unión Europea, los suizos el 9 de febrero podrían dar marcha atrás con esa medida.

3. Los inmigrantes

Los inmigrantes calificados tienen un papel destacado en las empresas suizas.