La Dirección General de Migración ha anunciado, con bombos y platillos, la realización de una redada para expulsar del país a los extranjeros indocumentados. La medida -que se anuncia como excepción- ha debido ser un ejercicio permanente, como se infiere de las facultades y deberes de ese organismo oficial. Por lo general, las expatriaciones más comunes suelen ser la de haitianos indocumentados, probablemente por ser la inmigración ilegal más numerosa y persistente que padece el país, debido a que República Dominicana y Haití comparten un mismo territorio insular y viajar hacia nuestro país es cuestión de supervivencia para los haitianos.

Mucha de la inmigración ilegal de diversas nacionalidades aprovecha la vulnerabilidad de nuestra frontera con Haití. Las complicidades a ambos lado alimentan ese tráfico de indocumentados de todas partes, desde centro y suramericanos hasta chinos, aunque los haitianos continúan siendo los más numerosos. Anunciada la redada como lo ha hecho Migración, es fácil prever que muchos indocumentados procurarán evadir a las autoridades y evitar ser deportados. El problema migratorio no se resuelve  únicamente con anuncios de redadas, sino fundamentalmente con políticas de prevención que permitan sellar las porosidades de la frontera y desarticular las complicidades binacionales que manejan el tráfico.

¿Cómo prevenir la gripe porcina?

A las medidas de prevención anunciadas por las autoridades contra la gripe porcina les falta un componente de primer orden. Está bien que las secretarías de Salud Pública y Agricultura, así como la Dirección General de Aduanas, hayan afinado los controles para evitar que materia contaminada llegue al país, aunque no se sabe cuáles controles se aplican en la frontera con los mismos propósitos. Los primeros casos de contagio humano han sido detectados en México y Estados Unidos, pero se teme una propagación por todo el continente.

La parte que falta es una campaña de orientación al público sobre las características y síntomas de esta enfermedad, el cuadro clínico general perceptible en una persona posiblemente contagiada y qué se debe hacer al respecto para evitar la propagación. En circunstancias como estas, la orientación del público es una herramienta útil para el manejo de eventualidades.