Ezequiel García Tatis – Debilidades y errores de Hipólito

Ezequiel García Tatis – Debilidades y errores de Hipólito

Ejercer la actividad política y tener éxito en ella requiere estar dotado de cualidades especiales no comunes a todos los que se aventuran en ese campo lleno de laberintos que conducen a encrucijadas en las cuales acertar el camino correcto, solo lo logran quienes poseen las virtudes que exige el arte de la política.

Una de ellas, para los jefes quizás la más importante, es contar con algo propio de la persona que produce impacto en los demás; algunos llaman a eso mística; otros poder de convocatoria; Charles De Gaulle lo llamó misterio. Desde luego que conforme a la posición que se desempeña, además de contar con cualidades innatas hay demandas de preparación para sortear las complejidades propias de cada nivel. Para ejercer bien la función más alta en nuestro caso, no basta con ser preparado, ni es suficiente ser inteligente, y, desde luego tampoco alcanza contar con habilidades. Hay que poseerlo todo, más el misterio, para desempeñar bien el cargo.

En el país venimos, desde hace mucho tiempo, dándonos gobiernos siguiendo los lineamientos de los partidos políticos, excepto Joaquín Balaguer con cualidades de caudillo, se sigue a un partido; y los partidos han sido incapaces de escoger personas apropiadas para ejercer la Presidencia de la República, con escasísimas excepciones. Esa función es tan delicada y desde ella se ejerce tanto poder que, el no saber desempeñarla, lleva a quienes la ocupan a cometer errores que destruyen su imagen de buenos políticos. En la función de Presidente de la República, decía el licenciado Joaquín Salazar, «el individuo se transforma y su metabolismo biológico no es igual que el de los demás»; existe, decía el licenciado Salazar «una química del poder». Si no se cuenta con las cualidades necesarias el Presidente es engañado y se engaña a sí mismo al no saber apreciar el alcance de sus actuaciones y al no detectar los «gatos entre macutos» que le traen sus más cercanos colaboradores.

En el caso actual del Presidente Hipólito Mejía, en tanto más se acerca el día de las elecciones comete más desaciertos y daña más su imagen; y esto lo hace ver como un candidato que, aunque mostrara más votos en los cómputos no convencería a la mayoría de la población dominicana de que contó con más votos en las urnas, creando en el ambiente político la duda de malos presagios en caso de que tal cosa sucediera.

Entre los errores que ha cometido el Presidente Hipólito Mejía podemos señalar diez que le han hecho gran daño para sus aspiraciones reeleccionistas:

1.- Sobrepasar los límites de sus funciones.

2.- Entregarse a los deseos de poderes extranjeros.

3.- No corregir los actos de corrupción cometidos en su gobierno, reconocidos nacional e internacionalmente.

4.- Tratar de engañar al pueblo utilizando la mentira.

5.- Creer que se hace popular restándole dignidad a la posición que ocupa.

6.- No aclarar lo ocurrido con el rockash.

7.- Querer hundir a sus opositores sobre la base de denigrarlos personalmente.

8.- Creer que con el apoyo de los altos jefes militares ha conquistado a la Fuerzas Armadas.

9.- Decir que los soldados dominicanos en Irak tienen pánico, que es lo mismo que decirles cobardes.

10.- Querer comprar al electorado.

No es necesario explicar cada uno de estos errores garrafales, harto conocidos por la población, ellos se han constituido, junto a otras medidas desacertadas, en la espada de Damocles que pende sobre el Presidente de la República, sobre el PPH y, en gran medida, sobre el PRD.

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