Fabricantes de autos en EU sumidos en incertidumbre

Fabricantes de autos en EU sumidos en incertidumbre

DETROIT (AP).- Los fabricantes estadounidenses de automóviles esperan recuperarse este año de sus recientes pérdidas con impresionantes modelos nuevos y profundos planes de reestructuración. Sin embargo, sus esfuerzos podrían verse socavados por una serie de incertidumbres.

Enfrentan la bancarrota del productor de repuestos Delphi Corp., el alza en los precios de la gasolina y la inquietud de los consumidores.

“El mercado seguirá siendo increíblemente y despiadadamente competitivo. Todo mundo quiere crecer y tiene que ser a costa de otro’’, dijo Jim Sanfilippo, analista de la industria en Automotive Marketing Consultants Inc., con sede en Bloomfield Hills, Michigan. «En este negocio nadie duerme’’.

En noviembre, General Motors Corp. anunció planes para recortar 30.000 empleos con salarios por hora y el cierre de 12 instalaciones para el 2008, en un esfuerzo por volver a estar en números negros. También planea vender una participación mayoritaria en su rentable rama financiera, GMAC, en el 2006 para obtener dinero en efectivo. GM perdió casi 4.000 millones de dólares durante los primeros nueve meses del 2005.

Rick Wagoner, presidente y director general de la compañía, envió un memorándum a los trabajadores en noviembre asegurándoles que la bancarrota no es una opción para el mayor fabricante de automóviles del mundo, pero persisten las preocupaciones en torno a su salud financiera. El inversionista multimillonario Kirk Kerkorian, que este año adquirió millones de acciones de la empresa y ahora es propietario de casi el 10%, podría buscar recortes incluso aún más drásticos.

Por su parte, se espera que Ford Motor Co. anuncie su propio plan de reestructuración en enero. El segundo mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos también tuvo problemas este año, entre ellos un caro rescate de su ex división de partes de repuesto, Visteon Corp. En mayo, el presidente y director general de la compañía, Bill Ford, dijo que no aceptará un pago de compensación hasta que los negocios automotores de Ford sean rentables.

A pesar del pesimismo en Detroit, el 2005 concluirá con un talante bastante positivo. Los analistas pronostican que las ventas totales del año alcanzarán alrededor de 17 millones de vehículos, un ritmo saludable que se ha mantenido estable durante los últimos seis años.

El problema para las compañías estadounidenses es que una creciente porción de esas ventas corresponden a armadoras extranjeras. A fines de noviembre, GM, Ford y el Grupo Chrysler de DaimlerChrysler AG tenían, entre las tres, el 57% del mercado estadounidense, un descenso en comparación con el 60% dos años antes. En términos de ventas, eso representa una pérdida de hasta 600.000 vehículos ante competidores como Toyota Motor Corp., Honda Motor Co. y Hyundai Motor Co.

Los fabricantes estadounidenses se apuntaron un jonrón a mediados de este año con descuentos que le permitieron a los clientes pagar los automóviles al precio asignado a los empleados, lo cual les ayudó a alcanzar ventas cercanas a niveles récord. Pero en cuanto concluyeron los descuentos en octubre, las ventas se desplomaron.  GM, Ford y Chrysler se comprometieron a retirar los incentivos, pues confunden a los clientes, abaratan la imagen de la marca y afectan el valor de reventa. Pero los analistas dijeron que eso no será fácil, mientras los fabricantes estadounidenses estén produciendo más vehículos de los que pueden vender.

«Si GM y Ford logran reducir su capacidad (de producción) _y por medio de productos nuevos logran estabilizar su situación de ventas_ podríamos comenzar a ver una reducción en el nivel de gastos en incentivos en el 2008 ó el 2009’’, dijo Erich Merkle, analista para la firma IRN Inc.

Los fabricantes también se vieron afectados este año por un descenso abrupto en la venta de los llamados vehículos deportivos utilitarios, desde hace tiempo una mina de oro. Las ventas de estos automóviles descendieron en 2 ó 3% en cada uno de los últimos años, debido al cambio en los gustos y el ascenso de vehículos de tipo mixto más pequeños.

Pero el elevado precio de la gasolina aceleró esa tendencia, y la venta de los deportivos utilitarios grandes como el Lincoln Navigator descenderá el 18% este año, dijo George Pipas, director de análisis de ventas de Ford para Estados Unidos.

Con el fin de revertir los malos resultados, en el 2006 los fabricantes introducirán 21 modelos nuevos y 38 significativamente rediseñados, según J.D. Power and Associates. Eso es similar al año pasado, cuando salieron al mercado 22 vehículos nuevos y 30 rediseñados.

Merkle dijo que Chrysler demostró que los productos atractivos son la única forma en que los fabricantes estadounidenses pueden recuperarse. Chrysler incrementó su porcentaje de participación en el mercado estadounidense este año con la fortaleza de productos como el sedán 300C.

«Uno puede tratar de recortar costos todo lo posible, pero a menos que corrija la caída en las ventas seguirá cayendo constantemente’’, dijo Merkle.

Sin embargo, los planes de los fabricantes podrían hundirse rápidamente si los trabajadores de Delphi se van a la huelga. Delphi, el productor de partes que en octubre se declaró en bancarrota y solicitó la protección del gobierno, suministra productos como radios satelitales y volantes a las tres grandes armadoras. GM, a quien pertenecía, es su cliente principal.

Como parte de su reestructuración, Delphi le ha solicitado a sus sindicatos reducir el salario por hora de los trabajadores en más del 60%. El sindicato United Auto Workers, que representa a la mayoría de los 34.000 trabajadores de Delphi en Norteamérica a los que se les paga por hora, rechazó esa solicitud.

Si no logra llegar a un acuerdo para pagar menores salarios, Delphi ha dicho que le podría pedir a un juez que declare nulos sus contratos con el sindicato para el 20 de enero, lo cual podría desembocar en una huelga. El principal negociador de la UAW con Delphi, Richard Shoemaker, dijo recientemente a The Associated Press que es probable que haya un paro.

La inestable situación prepara el camino para que haya negociaciones polémicas en el 2007, cuando expire el contrato de la UAW con las tres grandes empresas automovilísticas.

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