Fábulas artísticas

Fábulas artísticas

POR EDGAR REYES TEJEDA
EL CONEJO Y EL ZORRO
Cierto zorro asesoraba
a un conejito cantor,
que con canciones de amor
promocionarse intentaba.,
“ Tu imagen no he adecuada
ni tu canto es oportuno”,
dijo el asesor zorruno
convehemecia a su pupilo,
“tu debes cambiar de estilo
y brillará cual ninguno”.

El conejo humildemente
acató las directrices
e imprimió nuevos matrices
a su voz adolescente.,
con gestos muy sugerentes
de suave sensualidad,
proyecta modernidad,
convirtiéndose al momento
en un juvenil talento
de gran popularidad.

Las sugerencias certeras
de su zagas asesor,
hizo que el joven cantor
remontará en su carrera.,
de bosques y de praderas
le llovían contrataciones,
y zoológicas legiones
lo seguían por todas partes,
seducidas por el arte
de sus ardientes canciones.

Al subir al estrellato,
el conejo talentoso
se tornó muy vanidoso,
arrogante e insensato.,
incluso se mostró ingrato
con el asesor zorruno,
y estimando inoportunos
sus consejos y sus juicios,
prescindió de sus servicios
sin remordimiento alguno.

El zorro al verse cesante,
convocó rueda de prensa
y dijo sentir vergüenza
de haber sido el sustentante
de ese conejíl cantante,
cuyo talento y figura
eran la gran impostura,
que el como buen asesor
dio carisma y esplendor
a una figurilla oscura.

Hubo disputa verbal
entre asesor y cantante ,
pero entre los opinantes
de la gran prensa animal,
se cree que hicieron muy mal
el artístico asesor
como el cantante impostor,
pues si el conejo es ingrato
el zorro es un mentecato.

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