Facebook se hunde por el robo de datos para ayudar Donald Trump

Facebook se hunde por el robo de datos para ayudar  Donald Trump

Las acciones de Facebook tuvieron su peor día el pasado lunes desde marzo de 2014, mientras funcionarios estadounidenses y europeos exigen respuestas luego de las revelaciones de que una empresa de publicidad política retuvo información sobre millones de usuarios de la red social sin su consentimiento.
Políticos exigen al director ejecutivo, Mark Zuckerberg, que comparezca ante legisladores para explicar cómo Cambridge Analytica, la firma de análisis de datos que ayudó a Donald Trump a ganar la presidencia de Estados Unidos, pudo recopilar la información personal.

Facebook ha testificado sobre cómo su plataforma fue utilizada por propagandistas rusos antes de las elecciones de 2016, pero nunca puso al propio Zuckerberg frente a los líderes del Gobierno. La presión también puede presagiar una regulación más estricta para la red social.

La senadora demócrata Amy Klobuchar y el republicano John Kennedy pidieron al presidente del Comité Judicial, Chuck Grassley, que llame a los CEO de las empresas tecnológicas, incluidos Twitter y Google.

Una audiencia con los CEO permitiría al comité conocer “qué se está haciendo para proteger los datos de los estadounidenses y limitar el abuso de las plataformas, así como evaluar qué medidas se deben tomar antes de las próximas elecciones”, señalaron en una carta.
Facebook dijo el viernes que un profesor usó las herramientas de inicio de sesión de Facebook para que la gente se inscribiera en una aplicación de análisis de personalidad diseñada con fines académicos. Unas 270 mil personas dieron permiso para acceder a los datos a través de Facebook sobre ellos y sus amigos, exponiendo una red de 50 millones de personas, según el New York Times. Ese tipo de acceso estaba permitido según las reglas de Facebook en ese momento, pero actualmente los desarrolladores no pueden pedir acceso a datos sobre los amigos de los usuarios. Después, el profesor violó los términos de Facebook cuando pasó esa información a la empresa Cambridge Analytica.

La tecnológica descubrió la violación en 2015, cerró el acceso del profesor y le pidió a Cambridge Analytica que certificara haber borrado los datos de los usuarios. Sin embargo, la red social suspendió el viernes a Cambridge de su sistema, explicando que había descubierto que la información no fue borrada; el sábado, la empresa, originalmente financiada por el conservador Robert Mercer, negó que aún tuviera acceso a los datos, y dijo que estaba trabajando con Facebook en una solución. Un investigador que colaboró con el profesor en la aplicación ahora es empleado de Facebook y se estudia si sabía sobre la fuga de datos.

Facebook cerró la jornada del lunes con una pérdida de 6.77%, la mayor baja porcentual al cierre de una jornada desde el 26 de marzo de 2014, pero sus acciones siguieron cayendo en operaciones tras el cierre del mercado, hasta los 170 dólares por título.

Damian Collins, un legislador británico, dijo que Zuckerberg u otro alto ejecutivo debería comparecer, pues ejecutivos citados previamente han evitado responder las preguntas difíciles, crean «una falsa seguridad de que las políticas declaradas de Facebook son siempre sólidas y vigiladas efectivamente». En una entrevista en la radio británica el lunes, agregó que Zuckerberg debería «dejar de esconderse detrás de su página de Facebook y salir y responder preguntas sobre su compañía».
Las próximas semanas serán críticas para que Facebook tranquilice a usuarios y reguladores sobre sus estándares de contenido y seguridad de plataforma, y evite reglas que podrían afectar su principal negocio publicitario, según Daniel Ives, analista de GBH Insights.

Facebook, mientras tanto, ha intentado explicar que el mal manejo de datos de los usuarios estaba fuera de sus manos y no constituye una “violación”, definición que requeriría que la empresa alertara a los usuarios sobre si se tomó su información, según las reglas de la Comisión de Comercio Federal de EU.

El manejo inadecuado de los datos plantea preguntas sistémicas sobre cuánto se puede confiar en las firmas para proteger la información personal, dijo Nuala O’Connor, presidente y CEO del Centro para la Democracia y la Tecnología.

“Las tecnologías de comunicación se han convertido en una parte esencial de nuestra vida cotidiana, pero si no podemos controlar nuestros datos, estas tecnologías nos controlan. Para que nuestra democracia prospere, esto no puede continuar”, dijo O’Connor en un comunicado.

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