Fachadas de edificaciones coloniales presentan
peculiares detalles

Fachadas de edificaciones coloniales presentan <BR>peculiares detalles

POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
En la calle Luperón número 115 está situado el edificio de dos niveles que aloja las oficinas de la UNESCO en República Dominicana. Fue construido en el siglo XVI, y restaurado en 1997 por la oficina de Patrimonio Cultural cuando estaba dirigida por el arquitecto e historiador Manuel del Monte Urraca, quien con la colaboración del subdirector arquitecto Wilfredo Félix y la participación del arquitecto Marino Lembert volvieron a presentar su estructura tal y como era en la canturía en que fue edificada, rescatando un patrimonio de intramuros.

Su fachada al descubierto presenta bloques de piedra tallada con algunas introducciones de ladrillos, donde también en ciertos sitios se observa el barro solidificado.

En el primer nivel presenta dos entradas de desigual amplitud. La principal está a la derecha, y tiene un marco cuadrado sobresaliente del mismo material pedruzco, en cuya puerta de madera, al medio, se ve una ventana de vidrio con una reja decorada, la cual en el centro tiene una corta columna estriada redonda en la que lateralmente se observan varias barras curvas y debajo una ondulada.

En lo alto presenta un balconcito enrejado, cuyos soportes son cortas molduras curvas salientes. En la parte de abajo tiene al lado una ventana enrejada en la cual más arriba se aprecia otra puerta con marco saliente cuadrado y un corto balcón, también con rejas, que debajo presenta una pequeña moldura.

La planta baja tiene otra puerta más estrecha y arqueada en el lado izquierdo, con un marco de ladrillos, aunque estos están colocados sin simetría, por lo que se salen de la línea vertical y se ven descompuestos.

El frente del segundo nivel se diferencia totalmente, al tener un balcón en cuyo centro hay una puerta más alta con marco cuadrado de ladrillos, colocados en forma dispersa.

También, a la izquierda, aparece una ventana de mediano tamaño, cuyo remate es curvo y posee ladrillos a su alrededor colocados sin ninguna disposición geométrica. En el lateral derecho se observa una ventana cuadrada más pequeña cuyas molduras son bordes que tienen piedras sin tallar.

Ya en el remate de la techumbre se observa una moldura sobresaliente que la bordea totalmente.

Casa Bibi León

En la calle Padre Billini, al lado del Callejón de los Curas, se aprecia la Casa Bibi León, la cual presenta una fachada muy singular en una edificación tan estrecha, tanto así que no es posible encontrar una similar en toda la zona intramuros.

Ésta tiene un frente al descubierto, donde se observan las piedras talladas y rústicas, los ladrillos incrustados y, en ciertas partes, el barro ya compacto, pero hay sitios tanto en la fachada como lateralmente, donde en distintos espacios aparecen dos brotes sobresalientes lisamente empañetados que son independientes.

Sin embargo, lo más curioso es que la puerta de la izquierda sin arco tiene un metro de altura más que la de la derecha. Allí aparece un marco de ladrillos colocados sin estética, dispersos debido a que en el medio de ese lateral éstos no están puestos verticalmente sino que sobresalen unos más que otros.

En la parte superior se aprecia una moldura de ladrillos colocados escalonadamente, cuyo remate es un corto arco de medio punto.

La otra puerta es curva y más bajita, pero no tiene marco, debido a que en ambos lados sólo se aprecian varios bloques de piedra tallada colocados también sin estética.

En cambio, en el lateral izquierdo, que da al Callejón de los Curas, la pared sigue con los independientes empañetados, pero allí hay una ventana enrejada, una puerta enladrillada que da al patio donde interiormente aparece una arcada y al final otra pequeña puerta arqueada, ambas enladrilladas.

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