Factibilidad macroeconómica de la reelección

Factibilidad macroeconómica de la reelección

RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
El 10 de mayo del 2003, antes del discurso del gobernador Malkún y mucho antes de que la opinión pública conociera la verdadera magnitud del agujero financiero de Baninter, publicamos en este periódico un artículo bajo el título «Obstáculos macroeconómicos a la reelección»; ahora, a diferencia del 2003, están dadas las condiciones macroeconómicas para una reelección del doctor  Leonel Fernández.

«Con una devaluación de 36% entre septiembre y marzo de este año, por cierto la mayor en el menor tiempo en toda la historia monetaria moderna del país, unido a una inflación proyectada de dos dígitos para este año, más tasas activas de interés superiores al 40%, constituyen serios obstáculos para impulsar un proyecto dirigido a que las mayorías decidan votar otra vez por Hipólito Mejía y el PPH. Pero si la devaluación, la inflación y las altas tasas de interés predominantes no son suficientes, agréguese a ello el impacto monetario y fiscal proveniente de la intervención de Baninter por parte del Banco Central y las emisiones dirigidas a responder a los depositantes del banco número tres del país y el número uno si se suman las operaciones del banco real y el virtual». («Obstáculos   macroeconómicos a la reelección», periódico Hoy, 10 de mayo del 2003)

A un año de las elecciones presidenciales del 2004 la tasa de cambio promediaba 26.8×1, la inflación anualizada 20.09% y el BC había emitido RD$50,052 millones hasta ese momento, entre facilidades y pagos a depositantes de Baninter. Lo demás es historia muy reciente y el 16 de mayo del 2004 la tasa de cambio era de 46×1, la inflación anualizada de 65.29% y el financiamiento interno para el salvataje de Baninter, Bancrédito y el Mercantil totalizaba la suma de RD$109,792.5 millones, mientras el BC parcialmente neutralizaba estas emisiones con la colocación de RD$79,239.7 millones en certificados que dejaban un exceso de circulante por un monto de RD$30,552.8 millones.

El desempeño macroeconómico dictanimó la imposibilidad de una reelección y el 57% de los votantes decidieron colocar las esperanzas de superar la crisis económica en la conducción de la rama ejecutiva del gobierno en manos del doctor Leonel Fernández y el PLD.

La confianza depositada en la administración del doctor  Fernández por parte de los agentes económicos y la combinación de una estricta política fiscal y monetaria más el cumplimiento de todas las metas y las acciones dentro del programa económico con el Fondo Monetario Internacional, ha permitido conducir a la economía dominicana de una tasa de crecimiento negativa de 1.9% en el 2003 a incrementos del PIB de 1.2% en el 2004, de 9.5% en el 2005 y de 10.7% el año pasado (de acuerdo a nueva metodología con año base 1991) mientras la inflación descendió de 28.74% en el 2004 a 5% en el 2006. Otras variables como las reservas internacionales netas (de acuerdo a la definición del programa con el FMI) pasaron de US$71.2 millones negativas en julio del 2004 a US$191.5 millones a diciembre del 2004 y US$1,128.4 millones en el 2006 (en la actualidad superan los US$1,420 millones) y el déficit cuasi fiscal, esa terrible herencia del pésimo manejo de las quiebras bancarias fraudulentas, ha evolucionado favorablemente en términos nominales al pasar de RD$31,176 millones en el 2004 a RD$25,979 millones en el 2006, mientras en la relación con el PIB pasó respectivamente de 4.0% al 2.5%.

A un año de las elecciones presidenciales el informe trimestral preliminar presentado la semana pasada por el gobernador Valdez Albizu revela que el PIB creció a una tasa de 9.1%, el comercio aumentó en 17.2%, la intermediación financiera y seguros en 22.7% (la cartera de préstamos de la banca aumentó en RD$33,703 millones equivalente al 22.7%), las comunicaciones en 20.7%, hoteles y restaurantes 7%, construcción 5.5%, agropecuaria 5.1% y solo decrecieron las zonas francas en 12.2%. En este primer trimestre las exportaciones de mercancías y generales aumentaron en 65.4%, las importaciones totales de bienes en 19.7%, mientras la inversión extranjera se in crementó en 18.5%, como reflejo de la elevada confianza y de cómo ha mejorado el clima para la inversión en la presente administración.

De acuerdo a las proyecciones la economía va a cerrar este año con un crecimiento entre 8,9%, con una inflación inferior al 6%, con RIN liquidas rompiendo cotas históricas, un cuasi fiscal en caída libre rondando el 2.3% del PIB, aumento sostenido de la inversión extranjera y de la cartera de préstamos de la banca con las más bajas tasas de interés en las últimas décadas.

El impresionante desempeño macroeconómico hace factible la reelección presidencial en estos momentos, y, los elevados niveles de popularidad del Dr. Fernández y el partido, a pesar de las naturales insatisfacciones en un país con tantas necesidades, más un gobierno concentrado en este último año distribuyendo eficientemente los frutos del crecimiento entre los más pobres, pueden potenciar esa factibilidad para convertirla en un aluvión de votos en primera vuelta para garantizar la continuidad de la recuperación económica y el cierre definitivo a toda posibilidad de retroceso.

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