El 10 de mayo de 2003, antes de que se conociera la verdadera magnitud de la crisis financiera, publiqué un artículo en este periódico bajo el título: “Obstáculos macroeconómicos a la reelección”, me refería a la reelección de Hipólito Mejía, y el 24 de mayo de 2007, a un año de las elecciones presidenciales, publiqué otro bajo el título: “Factibilidad macroeconómica de la reelección”, me refería a la de Leonel Fernández; pues bien, ahora como nunca están dadas las condiciones macroeconómicas y sociales para un triunfo en primera vuelta de Danilo Medina y probablemente con una votación récord.

Hipólito Mejía, quien un año antes de destaparse las quiebras bancarias gozaba de una altísima popularidad, que incluso le permitió modificar la Constitución para poder repostularse, sin embargo lo intentó en medio de la peor crisis económica en la historia moderna del país y por consiguiente perdió estrepitosamente con el porcentaje (33.65%) más bajo obtenido por su partido desde las elecciones de 1990.

Leonel Fernández disfrutó de la Constitución reformada por Hipólito Mejía para poder repostularse, gozaba de altas cotas de popularidad, las mayorías reconocían su desempeño al sacar al país de la crisis y la economía cerró 2007 con un crecimiento de 8.5% (los años 2005-2007 promediaron un crecimiento de 9.5%), la inflación fue de 8.88% y de ese nivel 3.2 puntos porcentuales fue responsabilidad de los combustibles; se crearon 392,113 empleos entre octubre de 2004 y 2007 y la tasa de desocupación ampliada bajó de 19.7% a 15.5%. En ese escenario era imbatible la reelección y se logró en primera vuelta con 54% de los votos.

Ahora estamos en presencia de la conjunción de un presidente con cotas astronómicas de aprobación, una economía con un impresionante desempeño a pesar de la desaceleración en la mayoría de los países de la región, y además con realizaciones que han permitido, entre otros, impulsar una revolución educativa y otra del crédito (ver nuestro artículo del pasado domingo: “La revolución crediticia y educativa de Danilo”).

Los padres de los niños en tanda única pueden dar testimonio de lo que ha significado para sus bolsillos y la tranquilidad familiar la permanencia de más horas en las aulas, desayuno, almuerzo y merienda, útiles y libros. Esos padres no están dispuestos al retroceso y votarán el 15 de mayo por Danilo Medina.

Que le pregunten a los beneficiados con crédito barato gracias a las “visitas sorpresa” y cómo han logrado incrementar la asociatividad, la producción y sus ingresos. Esos miles de campesinos dignificados aprueban la gestión del Presidente Medina y votarán el próximo 15 de mayo por la continuidad.

Que le pregunten a las cabezas de micros, pequeñas y medianas empresas que se han beneficiado de las compras públicas, de cómo la industria del calzado local ha resucitado con la fabricación de zapatos a los escolares, para solo citar un sector; la creación de empleos y por supuesto ellos aprueban la gestión y votarán por la continuidad.

Aparte de una gestión sobresaliente, donde se han realizado serios esfuerzos a favor de la transparencia, un manejo estricto del presupuesto con una ostensible disciplina fiscal, además de importantes inversiones en infraestructuras, resulta que la economía a septiembre de este año está creciendo a una tasa de 6.7%, con una inflación acumulada a octubre de apenas 2.08%; también en el último año se crearon 155,189 empleos, que sumados a los 235,600 empleos creados entre octubre 2012-octubre 2014, totalizan 390,789 nuevos puestos de trabajo, durante los 36 meses transcurridos entre octubre 2012 y octubre 2015, aproximadamente el 85% en el sector formal, muy cercano a la meta de 400 mil empleos prometidos en la campaña electoral.

Con ese desempeño macroeconómico y la obra de gobierno el Presidente Danilo Medina tiene garantizado un contundente triunfo en primera vuelta a pesar de las encuestas fabricadas en gabinete y de los artículos del equipo mediático que pretende presentar un escenario desastroso en lo económico y un gobierno en dificultades.