Factor clave en la alta mortalidad

Factor clave en la alta mortalidad

El nombre del país ha resonado en organismos internacionales por los altos índices de mortalidad materna e infantil. Y es relevante el señalamiento de que en muy alta proporción predominan los decesos evitables, originados por causas estrechamente vinculadas a la atención médica. Es inevitable que, en semejantes circunstancias, haya que mirar hacia el médico, las enfermeras y los protocolos de atención de los centros asistenciales.

Sobre este tema hay que oír la voz de alerta del doctor Julio Amado Castaños Guzmán, rector de la Universidad Iberoamericana, quien expresa alarma por la mala formación de los especialistas médicos del país debido a lagunas de los programas de capacitación y porque las universidades y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología no supervisan su formación y se limitan a expedir un certificado cuando el profesional concluye el programa.

Que conste que solo hemos citado la mortalidad materna e infantil como posible resultado de esta deficiencia imperdonable. No se puede descartar un vínculo entre la deficiente formación de especialistas médicos y muchos decesos que se producen entre pacientes pertenecientes a otras categorías. Es hora ya de hacer las revisiones pertinentes y comprobar que cada especialista médico salga del programa indudablemente listo para ejercer como tal.

LLUVIAS: BENDICIÓN Y CALAMIDAD 

Las lluvias, esperadas con ansiedad para aliviar los efectos de la recia sequía, llegaron con tal ímpetu que hasta ayer tarde habían desplazado de sus hogares a casi 21 mil personas, incomunicado 47 comunidades, afectado más de cuatro mil viviendas y dañado carreteras y puentes. Los mayores estragos se han registrado en las provincias María Trinidad Sánchez, Puerto Plata, Duarte, Hermanas Mirabal, Sánchez Ramírez y Espaillat, mientras que otras están bajo alerta.

Insistiremos siempre en la necesidad de que las autoridades, que ya tienen debidamente identificados los puntos de alto riesgo en el país, desarrollen un programa de reubicación progresiva de familias que disminuya los riesgos de calamidad por inundaciones y deslizamientos de tierra. Se ha hecho en La Barquita. Invertir en la gente incluye protegerla de estos peligros.

 

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