Factores de riesgo en la salud oral

Factores de riesgo en la salud oral

Al pensar en los factores de riesgo que afectan la salud bucal, se piensa en higiene deficiente, mala alimentación y descuido en las visitas periódicas al dentista. Sin embargo, existen otras que son comunes en el diario vivir y a las cuales no se le dedican la debida atención y son enemigas de la salud oral. Muchos de estos factores están íntimamente ligados a las actividades ocupacionales o de recreación que el individuo practica rutinariamente. Algunas de estas condiciones son:

Deshidratación. Muy común en pacientes que trabajan al aire libre, como en la obra de una construcción, agricultores, jardineros… Otros cuyos trabajos requieren de mucho esfuerzo físico son los deportistas, transportista, militares…
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo humano no tiene suficiente agua o líquido que le permita realizar sus funciones en condiciones óptimas. A nivel oral el primer síntoma es la sensación de boca seca, falta de saliva, lo cual se refleja con mal aliento, aumento de probabilidad de padecer caries dental y enfermedad periodontal.
Malos hábitos. Algunas profesiones propician que sus técnicos creen con mayor facilidad malos hábitos. Unos de estos casos es el de las peluqueras, que acostumbran a sujetar los ganchos de pelo entre los dientes, o los mecánicos, que sujetan los tornillos y otros aditamentos en la boca.
Con el pasar del tiempo, la superficie dentaria se desgasta, se altera la oclusión y la articulación temporo-mandibular, afectándose no solo la funcionalidad, sino también la estética.

Alcohol y tabaco. Definitivamente una bomba de tiempo. Estos dos hábitos están íntimamente ligados al cáncer oral, enfermedad periodontal y mal aliento. La combinación de ambos es fatal y multiplica el riesgo de una manera alarmante.
Si bien es cierto que en algunas actividades ocupacionales el individuo puede verse tentado al consumo de alcohol y tabaco, es importante mencionar que un alto porcentaje lo consume como una forma de escapar el estrés diario, olvidándose de lo dañinos que resultan para la salud física y mental.

Bruxismo o rechinar los dientes. Cada día aumenta el porcentaje de población que aprieta los dientes y es más común ver niños y adolescentes que padecen de este.
Superficies dentales desgastadas, fracturas, dolor, molestias al abrir y cerrar la boca, dificultad al hablar son algunos de los signos y síntomas del bruxismo.
Se conjugan una serie de factores que desencadenan el hábito: pacientes sometidos a fuertes presiones emocionales, punto de oclusión alto o presión social, entre otras. Es difícil encasillar o relacionar el bruxismo con una actividad específica, en un mundo cada día más competitivo, sin embargo es propicio mencionar que lo importante es que el paciente maneje su agenda de vida sin comprometer su salud emocional; al hacerlo disminuye considerablemente la probabilidad del bruxismo.
Salud y bienestar son fruto de medidas sencillas y diarias que facilitan el buen vivir. De nada sirve lograr éxito profesional si no tienes salud para disfrutarlo.

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