Factores de riesgo modificables

Factores de riesgo modificables

Hay un grupo de factores de riesgo que podemos controlar y detallamos a continuación.

Sedentarismo. La inactividad física se considera uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades cardiacas. Está suficientemente demostrado que el ejercicio regular disminuye la presión sanguínea, aumenta el colesterol bueno (HDL) y ayuda a prevenir el sobrepeso, la obesidad y la diabetes. Además colabora en la reducción del estrés.

Se recomienda realizar 30-60 minutos diarios de ejercicios aeróbicos, como caminatas, natación o ciclismo, a un ritmo de 6 km/hora para reducir el riesgo de sufrir un infarto.

Obesidad. Es un serio problema de salud con un marcado incremento en nuestros países. Es el aumento desproporcionado del peso debido a acumulación de grasa corporal, cuando el número de calorías ingeridas supera las calorías gastadas.
Estudios a gran escala han demostrado que los pacientes obesos tienen mayor incidencia de enfermedad cardiovascular que los de peso normal.

El nivel de sobrepeso se obtiene a través del cálculo del índice de masa corporal (IMC) que resulta de dividir su peso en kilos por su altura en metros cuadrados.

Ejemplo:
IMC= Peso (kg) / Altura (m2)
70kg / (1.8m)2 = 21.6

Su IMC es normal si está entre 18.5 a 24.9; tiene sobrepeso u obesidad leve si el resultado está de 25 a 29.9; obesidad moderada, de 30 a 34.9; obesidad severa, entre 35 y a 39.9, y obesidad mórbida si es mayor de 40.

Niveles elevados de colesterol: El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo y fundamental para el normal funcionamiento del organismo. Cuando está en mayor cantidad de lo debido se deposita en las arterias provocando estrechez e impidiendo la libre circulación de la sangre y sus componentes a través de las mismas. Para circular en la sangre el colesterol se combina con proteínas llamadas lipoproteínas cuya función es transportar el colesterol y los triglicéridos.

El colesterol que circula unido a lipoproteína HDL es llamado colesterol bueno o protector, mientras que el que circula unido a LDL es llamado malo o perjudicial.
Tabaquismo: Es el factor de riesgo cardiovascular más importante y el más fácil de evitar. Es capaz de dañar las paredes internas de las arterias y permite el depósito de colesterol en ellas. Está demostrado que la incidencia de enfermedad coronaria es tres veces mayor en fumadores que en no fumadores.

La nicotina desencadena liberación de las hormonas adrenalina y noradrenalina, las cuales provocan daño a las paredes internas de las arterias. También produce alteración de la coagulación, aumento de la capacidad de las plaquetas para unirse y formar coágulos.

Hipertensión arterial: Es una enfermedad caracterizada por el incremento en las cifras de presión arterial por encima de 140/90 mm Hg y considerada como uno de los principales problemas de salud pública. Es una enfermedad asintomática y fácil de detectar, pero puede cursar en ocasiones complicaciones graves y letales de no ser detectada y tratada a tiempo.

Diabetes: Los niveles elevados de glucosa en sangre pueden deteriorar los vasos sanguíneos y acelerar la aterosclerosis. También aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cerebrovasculares.

Prevención: Controlar factores de riesgo modificables mediante cambios en el estilo de vida para llevar una rutina más saludable incluye cuidar la alimentación, incorporar actividad física al día a día, dejar de fumar y de consumir bebidas alcohólicas en exceso, entre otros.

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