Agresiva baja tipos de la Fed, el control de la inflación doméstica y la ausencia de riesgo de sobre-calentamiento dan holgura al BC.
Hay razones con buen fundamento que dan espacio al Banco Central para hacer una nueva movida a la baja de su tasa de política monetaria.
En primer lugar porque aunque el Banco Central había comprado por adelantado la reducción de los tipos dispuesta por la Reserva Federal, el producto recibido duplicó el pago realizado (en vez de una reducción de 25 puntos básicos, la reducción fue de 50 puntos), con lo cual el Banco Central podría volver a reducir su tasa sin que la brecha entre su tasa y la de la Reserva Federal se acerquen más de lo prudente, asegurando que la inversión extranjera no pierda incentivos al escoger al país como destino en busca de rentabilidad.
En segundo lugar, hay razones internas que hacen factible otra reducción de tasas por el Banco Central: tanto desde el lado de la inflación como del comportamiento de la economía.
En lo que respecta a la tasa de inflación, está en el rango meta de la política monetaria: en los últimos doce meses contados hasta agosto pasado, la tasa de inflación había bajado a 3.42 %, manteniéndose entre el límite inferior y el centro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 % por noveno mes consecutivo desde diciembre de 2023.
Entre 18 países de América Latina y el Caribe seleccionados, la tasa de inflación de República Dominicana es la sexta más baja. Esto significa que por el lado de los precios, el BC no tendría nada que temer si baja su tasa.
Y en lo que respecta al comportamiento de la economía, aunque el Producto Interno Bruto mantiene un buen crecimiento (el acumulado enero-junio fue 5%, superior en 3.6 puntos porcentuales al valor de los primeros siete meses de 2023), su expansión en julio pasado fue de 4.8% interanual, inferior al valor registrado en junio de 6.2%.
O sea, una reducción de la tasa de interés de política monetaria se produciría en un escenario en el que no está presente el riesgo de un sobre-calentamiento de la economía.