Como dijo el presidente Abinader, explican el liderazgo que tenemos en la región el sostenido crecimiento a velocidad de crucero del PIB real, con creación intensiva de empleos productivos y estabilidad de los parámetros macroeconómicos, no obstante la incertidumbre y riesgos en ascenso en el contexto económico mundial.

El 2022 ha sido otro año de excelentes cifras, en cuanto al crecimiento del PIB real, estimo el cuarto trimestre a falta de conocer el dato oficial, para sumarlo a los primeros tres trimestres. El resultado es que este año el PIB real (ajustado por inflación) aumentará 5.3%, como lo viene anticipando el Banco Central, un ritmo notablemente superior al 3.2% proyectado para la economía mundial, al casi cero para la zona euro, el 3.0% para América Latina y el Caribe y 2.3% para Estados Unidos, según el FMI.

Los precios de la economía (deflactor del PIB) se espera aumenten 12.2%, con lo que el PIB a precios corrientes deberá crecer un 17.5% (crecimiento real más deflactor) en 2022.

Por la importancia para la política económica, identifico y analizo los factores que explican la expansión de la economía en 2022. Basado en estadísticas disponibles hasta septiembre tenemos que, por el lado de la demanda, las exportaciones totales aumentan 14.2% y 35.7% las importaciones totales por el peso de la factura petrolera. En volumen el crecimiento de -1.8% y 6.9% descontando los aumentos de precios de 16.0% y 28.8% (según índices de precios de exportación e importación a septiembre de la OMC), respectivamente.

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Interpreto estos resultados, al crecimiento del PIB real de 5.3% en 2022 el saldo exterior neto resta 8.7 puntos porcentuales (-1.8% menos 6.9%), en 2021 sumo 0.3%, y la demanda interna suma 14 puntos porcentuales (crecimiento del PIB 5.3% menos aporte sector exterior neto de (-8.7%)). En 2021 contribuyó con 12.1 puntos porcentuales.

Aunque estos números sean diferentes con estadísticas para doce meses, estimo no habrá cambio de tendencia, por lo que la recomendación es seguir profundizando la política de incentivo a las exportaciones totales, para lograr que sea positivo y significativo el aporte del sector exterior neto al crecimiento del PIB real en 2023 y 2024.

Por el lado de la oferta, las cifras de la encuesta trimestral del mercado de trabajo del Banco Central confirman el buen ritmo de creación de empleo, razón principal del crecimiento de la economía. La buena noticia es que el empleo aumentó 3.7% y 1.6% la productividad aparente del trabajo (crecimiento PIB real menos crecimiento del empleo), y que el desempleo abierto se redujo en 117,698 personas, entre abril-junio de 2021 y el mismo trimestre del 2022.

Aunque el ingreso nominal por hora y trabajador aumentó 9.5%, el ingreso real se redujo -2.7% descontando el deflactor del PIB de 12.2%. Estas cifras conducen a las siguientes conclusiones: La reducción (-2.7%) del ingreso real del trabajador, combinado con el aumento (1.6%) de su productividad, encareció en 4.3% el costo laboral real por unidad producida (1.6% – (-2.7%)), reduciendo el excedente empresarial en 2022. ¿Quién se benefició? El sector público en forma de impuestos sobre la producción netos de subvenciones.