La Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), que reconstruye y repara la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), garantizó que en cuatro días entrega 39 aulas modernas que comenzarían a ser utilizadas el 17 de agosto, día de inicio del segundo semestre del 2015, lo que permitiría reanudar la docencia en la edificación.

Solo uno de los dos bloques de la Facultad de Humanidades está sometido a remodelación y la obra se ve avanzada. La constructora Hermanos Yarull intenta concluirla para la apertura de la docencia, pero falta terminar los pisos, el sistema eléctrico, los baños y la pintura.

Carece de butacas y no tiene ningún otro mobiliario. El ingeniero Rafael Then, uno de los constructores, asegura que terminarían en cuatro días. Garantiza el funcionamiento de las 38 aulas. Habrá dos laboratorios de psicología. La constructora aun no sabe cuándo comenzará a intervenir el primer bloque de la Facultad, ubicado en la parte delantera, por razones de presupuesto. La constructora procurará someter el presupuesto de la segunda fase a la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), que es la entidad que costea la obra completa.

El decano, Ramón Rodríguez Espinal, ha solicitado que se agilicen los trabajos, aunque todo es cuestión de recursos económicos.

Primer aspecto. Desde fuera la edificación que alberga a la FH parece en ruinas. La primera planta tiene 13 aulas listas, sin embargo, se ve retrasado el trabajo en los pasillos, el techo de los espacios comunes.

La entrada a la Facultad es la parte que se ve en más decadencia. Al bloque de esta parte le quitaron las puertas, las ventanas y las lámparas. Todo el mobiliario viejo fue arrojado a la parte trasera, que era el jardín y área verde con bancos para los estudiantes, ahora convertido en vertedero. El ingeniero Then afirma que será rescatada y hermoseada. Estudiantes como Mariela Vargas y Carlos Ogando, de medicina y de letras, respectivamente, confían en que se concluya el edificio prometido para la apertura del semestre.

La profesora de psicología, Rosa Martínez, quien ayer revisaba la tesis de un grupo de alumnos en el aula 113, consideró que el nuevo espacio se ve acogedor y renovado. Observó que los salones de clases fueron divididos, pero no cree que será problema, debido a que las secciones ya no son de 70 y 80 estudiantes, como antes, sino de entre 40 y 60 alumnos.

Bonita y buena. El ingeniero Then indica que cumplen las peticiones de las autoridades. Uno de los compromisos es eliminar los colores de fortaleza que ha tenido la edificación. El color que llevará en el exterior es lila, criticado por algunos. Por dentro tendrá marfil las paredes y blanco en los techos. Las aulas más grandes, de 110 metros cuadrados, estarán en el segundo nivel. Algunas fueron reducidas a la mitad de su tamaño, como las del primero nivel. En las aulas de 60 metros cuadrados habrá cupo para 60 alumnos.

Las ventanas de cristal, proyectadas, abren hacia fuera para permitir más ventilación.