La Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas, aprobada tras 20 años de discusión y 14 de enviada al Congreso Nacional, ha generado juicios incorrectos y acusaciones, en base a falacias que deben aclararse.
1. Hasta el presente los partidos políticos hacen y deshacen al elegir sus directivos y candidatos, solo consagrados en asambleas que en la práctica, ninguna autoridad supervigila.
2. Aunque se formuló en 1998 una versión preliminar de la Ley, fue en 2004, bajo los auspicios del CONARE, que se redactó una versión completa consensuada, aunque se remitió al Congreso a mi iniciativa por la vía de la Dra. Licelotte Marte, representante del PRSC, por ser la única diputada del grupo.
3. La ley de partidos políticos no norma la repostulación presidencial. Ni tampoco la ley electoral, porque este es un tema constitucional que depende de otros factores y fuerzas, aunque el oficialismo la utilice para promoverla.
4. Si queremos evitar el continuismo peledeísta, es importante la unidad de todas las fuerzas democráticas, la movilización popular y el apoyo internacional, sin divisionismos ni acusaciones falsas.
5. Como el oficialismo contaba con más de la mitad en ambas cámaras, más el apoyo del PRSC y el PRD, la única posibilidad para el PRM de aprobar una ley que ayudara a reducir las distorsiones de nuestro sistema electoral y a preservar el derecho del PRM a elegir sin interferencias a sus líderes y candidatos, fue aceptar las fórmula que se aprobó.
6. El PRM, al hacer aprobar la Ley de Partidos, no solo logró que sus primarias fueran de acuerdo a su propio padrón, sino que evidenció la división que existe dentro del PLD, en lugar de aceptar asumir el rol de ocultar esa contradicción. Además, cesará el canibalismo entre compañeros que se da con el voto preferencial.
7. Por lo demás, las elecciones primarias no tienen que ser muy costosas, puesto que la gran mayoría de los cargos en juego son municipales y para eso están las juntas municipales; debiendo la JCE intervenir solo en casos de conflictos. Como sus resultados deben definir el orden de las candidaturas, ésto permite utilizar para las elecciones generales boletas cerradas y bloqueadas.
9. EL Partido Revolucionario Moderno debe consolidarse internamente y abrirse a nuevos sectores y liderazgos particularmente a jóvenes intelectuales, mujeres y empresarios progresistas, así como dirigentes barriales.
10. La Ley Orgánica Electoral debe consagrar la efectiva democratización y la participación equitativa de los partidos en el proceso electoral.