Las declaraciones emitidas esta semana por el gerente general de la minera Falcondo, el señor David Soares, nos obligan a invitar al desafiante ejecutivo extranjero a hurgar en las páginas de nuestra historia reciente con relación a la experiencia del Estado dominicano frente a los conflictos con empresas multinacionales, tanto en el plano local como en arbitrajes internacionales.
En el año 1979, el Presidente Don Antonio Guzmán designó al doctor José Rafael Abinader para que investigara la retención de 38.7 millones de dólares que pertenecía al Consejo Estatal del Azúcar por parte de la empresa azucarera Gulf and Western. Esas investigaciones concluyeron de manera satisfactoria para el pueblo dominicano, pues esa multinacional se vio obligada a devolver al erario la referida suma.
En el año 2004 y bajo la dirección del ingeniero Rhadamés Segura, a la sazón vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, se demostró que era totalmente falsa la deuda por aproximadamente 100 millones de dólares que la multinacional AES Corp estaba cobrándole al Estado dominicano, y que por el contrario era esa empresa internacional quien adeudaba al país más de 87 millones de dólares, cantidad que fue pagada posteriormente por la referida compañía energética.
Victoria similar obtuvo el Estado dominicano frente a la multinacional Trust Company of the West, mejor conocida por sus siglas en inglés TCW. Recordemos que ese fondo de inversiones demandó al Estado dominicano por 2 mil 400 millones de dólares. En ese proceso dirigido también por el ex vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, ingeniero Rhadamés Segura, se derrotó en escenarios internacionales a TCW, obligándola a entregar al Estado dominicano el 50 por ciento de sus acciones en EDEESTE, sin pago a cambio.
Si para conservar Loma Miranda como recurso natural, el Estado dominicano debe litigar en el ámbito internacional, es recomendable pagar ese precio, más si en nuestra historia reciente tenemos referentes de triunfos nacionales ante multinacionales más poderosas que Falcondo.