EFE. Reportajes. La falda latina al más puro estilo Frida Khalo, colorista, amplia y con volantes, es obligatoria esta temporada. Así lo dictan los diseñadores Fendi, Yves Saint Laurent y Marc Jacobs, mientras que las propuestas de Chloé, Collette Dinnigan, Chanel y Rochas son tan etéreas y delicadas como los tutús de bailarinas.
Las líneas tubo con grandes aberturas laterales, los modelos plisados y los patrones lánguidos de punto de seda dan vida a los looks más audaces, valientes y deseados de la temporada.
Desde la versión más ingenua de la falda lady con largo a la rodilla, hasta la mini más libertina y transgresora, pasando por las piezas con estampados naif, florales o salvajes, la falda conecta fácilmente con la calle, y pocas mujeres se resisten a su encanto.
Al margen del estilo, lo que está claro es que esta primavera la falda enamora y juega sobre todo con blusas, aunque también le divierte mezclarse con tops y caftanes.
La blusa, una prenda femenina y sexy. Femenina y sexy, hoy la blusa interpreta un papel protagonista. De raso, muselina, gasa o algodón, con volantes, delicadas chorreras o pomposas lazadas al cuello, la blusa admite las reglas de las tendencias y no duda en rendirse ante la propuesta más casual o sofisticada.
Una blusa de seda es una pieza que nunca pasa de moda, explica el diseñador Juan Duyos, quien asegura que esa prenda, con los dos o tres primeros botones desabrochados, y una falda de tubo con patrón longilíneo ofrece un estilo superfemenino y actual.
Con mangas o sin ellas, lisas o estampadas, por dentro o por fuera de la falda, la camisa preserva ese sabor clásico, exquisito y de poderío que durante tanto tiempo abanderó la mujer y que ahora renace con frescura y dinamismo.
Sin duda alguna, la versión más sexy la ofrecen los modelos transparentes como los que presenta la firma Nina Ricci. Si se desea un look romántico es preferible apostar por los diseños de Ralph Lauren o los de Ungaro.
Sofisticados son lo modelos de Armani y Mulberry, que famosas como Gwyneth Paltrow suelen llevar remangados hasta el codo y conjuntados con minifaldas plisadas o, en su defecto, con pantaloncitos cortos y fabulosos tacones.
Camisa blanca, un clásico en auge
A la camisa blanca, un clásico convertido en todoterreno que domina el armario femenino y masculino, los diseñadores, una temporada más, han querido rendirle un homenaje por su versatilidad, y la exhiben tanto en las propuestas diurnas como nocturnas, así se pueden ver en las propuestas de Jil Sander, Céline, Juan Oliva, David Delfín o Dries van Noten.
Los diseñadores de la firma Ailanto dan las claves para lucir la camisa blanca acorde con las tendencias de la temporada.
Así, este clásico, que tiene su origen en el armario masculino, combinado con una falda larga morada, naranja o fucsia es todo un acierto para ir a la oficina.
También se puede combinar con pantalones en tonos verdes, azules y negros, un estilismo muy sencillo, que hoy funciona incluso para ir a un coctel.
Para la noche, la sencilla camisa blanca adquiere mayor protagonismo si se combina con pantalones pitillos en dorado, plata o negro con notas brillantes.