Falla ovárica prematura: la menopausia antes de los 40

Falla ovárica prematura: la menopausia antes de los 40

Entre los 45 y 55 años de edad, la mayoría de las mujeres experimenta la menopausia, un evento natural que indica el fin de sus periodos menstruales y, por consiguiente, de su vida fértil. Pero cuando esto ocurre antes de los 40 se trata de un síndrome denominado falla ovárica prematura (FOP), una de las causas más comunes de infertilidad femenina y un factor que aumenta las posibilidades de padecer osteoporosis y enfermedades cardiovasculares.

El cuadro clínico de la FOP presenta una interrupción de la menstruación (amenorrea), deficiencia de hormonas esteroideas sexuales y niveles elevados de gonadotrofinas, hormonas que estimulan la producción y maduración de los óvulos. Así lo explica el ginecólogo obstetra Alexander Montes de Oca, y agrega que la gran mayoría de casos (de un 74 a un 90%) ocurre espontáneamente, sin causa conocida. También puede presentarse luego de procedimientos como la radiación, quimioterapia o determinadas cirugías.

Los síntomas son diversos y muy parecidos a los de la menopausia. Montes de Oca, también especialista en técnicas de reproducción humana asistida en el centro Unidad Médica Integral Femenina, señala que estos síntomas “incluyen sofocos, sequedad vaginal, irritabilidad, sudoración nocturna o dificultad para dormir. Los períodos menstruales pueden ser esporádicos o detenerse por completo”. No obstante, “algunas mujeres pueden descubrir que tienen insuficiencia ovárica después de haberse realizado pruebas de infertilidad y pueden no tener ningún síntoma”.

Tratamiento.  “Por encontrarse en fallo ovárico prematuro, la mujer es candidata a la terapia de reposición hormonal siempre, el cual debe ser individualizado y adaptarse a las preferencias de cada paciente, iniciando con dosis bajas y aumentando hasta controlar los síntomas”, dice Montes de Oca.

La falla ovárica  prematura reduce las posibilidades  de quedar embarazada, pero no radicalmente, pues en pacientes jóvenes existe la probabilidad de obtener embarazos espontáneos en un momento en que los niveles de la hormona que estimula la producción de óvulos estén elevados.

“Las técnicas de fecundación in vitro serían el tratamiento de elección al permitir un máximo control reproductivo en las pacientes con FOP, y dentro de estas técnicas estaría la donación de ovocitos. En inicio se intentaría estimulación hormonal. Si no hay respuesta, la única alternativa sería la ovodonación”, expone.

Si bien la imposibilidad de concebir es la consecuencia que más afecta a quienes padecen FOP, sus consecuencias van más allá, y hacen a estas mujeres “más propensas de padecer osteoporosis, enfermedad cardiaca temprana y depresión,  debido a los bajos niveles de estrógeno”, advierte el galeno. Luego de diagnosticado el síndrome, el seguimiento médico incluye la participación de otros especialistas, no solo del ginecólogo. 

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