En la mañana de hoy, los medidores de temperatura corporal a las personas que ingresan al Senado de la República presentaron un fallo en los registros individuales lo que provocó momentos incómodos a algunas personas.
Este reportero fue testigo de la engorrosa situación, cuando al intentar penetrar a la sede legislativa el equipo de seguridad le negó el paso porque supuestamente su temperatura corporal marcaba 38.1. Esto provocó que fuera invitado a salir por uno de los policías «hasta que su temperatura bajara». Lo que nunca pasó pues en tres minutos más adelante una segunda medición marcó 38.9 grados.
La preocupación se apoderó de todos en el lobby del Senado y de inmediato, ante el rumor que se esparció de que tenía Covid-19, las personas evadieron el cruzar por el área.
Otro seguridad hizo una tercera medición, ésta vez en el cuello, lo que incrementó la mezcla de repudio y temor pues la cifra que arrojo el aparato fue de 39.1, dando a entender que ya se trataba de una fiebre elevada.
Los minutos de espera fueron eternos ante los registros del medidor que marcaba en rojo los números, hasta que alguien de la seguridad gritó «ese aparato no sirve».
Al instante, el mismo procedió con diligencia a buscar otro medidor de temperatura y en dos se pudo comprobar que ciertamente el fatal error, pues con nuevo equipo se midió un satisfactorio 36.4 de temperatura.
Todos terminaron sonriendo como si no pasó nada y quedó en un «estos aparatos no sirven» el desagradable momento, dejando el visto bueno para ingresar como es costumbre al Senado.
Algunas personas que vieron la acción, consideraron necesario que en el Congreso Nacional se mejoren los equipos de detección de temperatura, para evitarle malos ratos a los visitantes.