La icónica estatua del toro de Wall Street, símbolo y atracción turística de la zona financiera de Nueva York, ha quedado huérfana tras el fallecimiento a los 80 años de su autor, el escultor italiano Arturo di Modica, según informaron este sábado medios locales.
Di Modica, un artista siciliano que llegó en 1973 en la Gran Manzana y pasó allí cuatro décadas de su vida, había luchado contra un cáncer durante varios años y falleció ayer viernes en su hogar en la localidad de Vittoria (Italia), de acuerdo al diario italiano La Repubblica.
Su obra más famosa fue el «Charging Bull», un imponente toro de bronce de tres toneladas y media que forma parte de la imagen internacional de Nueva York desde 1989, cuando lo colocó sin permiso en Wall Street y pasó a convertirse en lugar de peregrinaje de los visitantes.
En una entrevista reciente publicada hoy por La Reppublica, el propio Di Modica explicaba que creó la escultura -que le costó 350.000 dólares- tras el ‘crash’ bursátil de 1987, viendo el sufrimiento de la gente y pensando qué podía hacer por la que ya consideraba su ciudad.
«Se me ocurrió esculpir un toro, la imagen de la creciente bolsa de valores: tenía que ser una broma, una provocación. Pero en cambio se convirtió en algo muy serio. Me dijeron que, después de la Estatua de la Libertad, el ‘Chargin Bull’ de Bowling Green, a dos pasos del templo de las finanzas mundiales, es el monumento más visitado de Nueva York», explicó.
También recordó la maniobra digna de película para descargar ilegalmente a una «bestia» de semejante calibre en la calle, en una operación de «cinco minutos» mientras la patrulla policial que vigilaba Wall Street estaba ausente, empleando un equipo de 40 colegas, un camión y una grúa.
El director de la Bolsa de Nueva York hizo que quitaran la estatua, pero el escultor pagó una multa para recuperarla y la noche siguiente la colocó en un punto de la zona financiera de Manhattan llamado Bowling Green, el lugar actual en el que lleva 32 años.
Di Modica chocó en 2017 con la nueva protagonista escultórica de la zona, la «Niña sin miedo» de la escultora uruguayo-estadounidense Kristen Visbal, que fue instalada para celebrar el Día de la Mujer y tras su queja fue trasladada enfrente del edificio de la Bolsa.
«El mensaje (del toro) es para la libertad en el mundo, la paz, la fuerza, el poder y el amor. Esto es algo negativo, ahora la chica está justo en frente diciendo, ahora estoy aquí, ¿qué vas a hacer?», afirmó entonces el escultor.
Asimismo, en los últimos años el Ayuntamiento de Nueva York había intentado mover de lugar al toro por cuestiones de seguridad pero tampoco lo logró, entre otras cosas por la oposición de su autor, que afirmaba su obra no puede ser usada para fines comerciales sin su consentimiento.