El exjuez argentino Otilio Romano, condenado en 2017 a cadena perpetua por un tribunal oral en el país suramericano por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983) falleció a los 79 años, según confirmaron este miércoles a EFE fuentes del Poder Judicial.

Romano falleció en Mendoza, donde se encontraba hospitalizado por problemas de salud y cumplía la prisión perpetua domiciliaria.

Un fallo judicial, emitido el 26 de julio de 2017, determinó que Romano y los ex jueces federales Rolando Carrizo, Luis Miret y Guillermo Petra Recabarren fueron “partícipes primarios de los crímenes del terrorismo del Estado mientras servían en el Poder Judicial durante la dictadura».

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Los funcionarios judiciales fueron sometidos a juicio oral desde febrero de 2014 por una “mega causa” que reunió cerca de una veintena de expedientes por delitos de lesa humanidad, como homicidios, torturas, detenciones, secuestros, violaciones y apropiación ilegal de niños, en perjuicio de casi dos centenares de víctimas.

Ese proceso -que se celebró en la provincia de Mendoza (oeste) y en el que resultaron condenadas otras 21 personas- fue llamado “el juicio de los jueces”, precisamente por el enjuiciamiento a los cuatro exmagistrados federales.

Los exjueces estaban acusados de complicidad con el régimen de facto por no investigar las denuncias presentadas ante ellos sobre detenciones ilegales y desapariciones.

El tribunal consideró que los hechos investigados eran delitos de lesa humanidad, que no prescribían, y fueron cometidos en un contexto de “genocidio».

El más conocido de esos exmagistrados era Romano, quien fue extraditado en 2012 desde Chile, donde había huido meses antes tras conocerse su destitución como juez y su enjuiciamiento por complicidad con la represión ilegal.