Falleció ayer Juan Ramón Griyaska Cordones, soldado  constitucionalista de la revolución de abril de 1965, cuya situación de enfermedad y miseria fue publicada el pasado sábado en el suplemento “Areito” de este periódico.

 El ex soldado de la Marina de Guerra pasaba solo sus últimos días en una humilde vivienda del barrio San José, del kilómetro 7 de la carretera Sánchez. Integrantes de la Fundación de Militares Constitucionalistas estuvieron acompañándolo después que el comandante Pedro Germán Ureña le encontró en condiciones deplorables, pálido, débil, desnutrido, sin fuerzas para levantarse, con la casa desarreglada e invadida de cucarachas y ratones.

 Lo trasladaron al hospital “Padre Billini” en donde aparentemente se recuperó después de la aplicación de sueros vitaminados y de que unos solidarios vecinos le proporcionaran alimento.  Pudo conversar animadamente con Ángela Peña, redactora de este diario, y con los ex militares que le visitaron.  Sin embargo, el miércoles entró en coma. Ayer sus restos fueron trasladados a Duvergé, donde vive su hija Griselda, quien últimamente viajaba a estar con él.

 Juan Ramón Griyaska Cordones nació en San Pedro de Macorís el 11 de enero de 1932, hijo único de José Griyaska y Francisca Antonia Cordones. Ingresó al ejército en 1952 y luego pasó a la Marina de Guerra como grumete. Llegó a alcanzar el grado de sargento. Durante la guerra enfrentó a las tropas del general Elías Wessin, en el puente Duarte y luego pasó al comando de la calle Mercedes. El coronel Francisco Caamaño lo ascendió a Alférez de Fragata.

 Al concluir la revolución estuvo exiliado en Nueva York donde  recibió  una golpiza  de un desconocido en un tren y pasó un mes inconsciente. Poco tiempo después retornó definitivamente al país.  Griyaska Cordones trabajó en la Reforma Agraria, en la Junta Central Electoral, la Fábrica Dominicana de Cemento, el ayuntamiento de Higüey, la secretaría de Agricultura y la de Inspección e Instrucción Pública.