Falleció anoche en su residencia de esta capital, el eminente músico, concertista de violín, dibujante, políglota y escritor Jacinto Gimbernard Pellerano. Tenía 85 años. Era director ejecutivo de la Fundación Corripio y articulista semanal del periódico HOY.
Sus hijos son Bienvenido (fallecido); Gracielina y Jacintico Gimbernard; Miriam, Raquel y Juan José.
Personas allegadas a la familia informaron anoche que avisarán de manera oportuna sobre el velatorio de la destacada figura de la música y las letras.
Gimbernard Pellerano, quien nació el 17 de septiembre de 1931, en Santo Domingo, fue un virtuoso de la música que inició su formación a los seis años con el profesor alemán Willy Kleimberg y los continuó con dominicanos e italianos. Su precocidad fue tal que se inició como músico de la Orquesta Sinfónica Nacional a los 13 años de edad, cuando todavía llevaba pantalones cortos.
Era hijo del destacado periodista y caricaturista Bienvenido Gimbernard y de la señora Concepción Pellerano. Gimbernard Pellerano, quien era autodidacta, siempre destacaba, en escritos y conversaciones, la influencia de su padre en su vida, quien lo guió en la vida paso a paso.
El laureado músico fue director de la Orquesta Sinfónica Nacional y del Teatro Nacional. Impulsó el desarrollo de la Orquesta Sinfónica y fue el primer director que viajó al exterior a contratar ejecutantes musicales. Su arte lo llevó a Europa, Estados Unidos y países de América Latina. Fue embajador en Francia, ocasión en la que presentó un concierto interpretando el violín y su esposa Miriam Ariza el piano, instrumento de la que era una virtuosa.
Como escritor, el maestro Gimbernard Pellerano publicó Historia de Santo Domingo, La identidad del hombre, Acción y presencia del mal, Trujillo, estudio histórico, Medalaganario, Siete historias de divorcio, Educación musical, Rutas de la cultura universal, Treinta relatos sinfónicos, Narraciones de vuelta al mundo y Los Grau.
Por muchos años mantuvo junto al maestro Vicente Grisolía el programa de televisión, “Música de los grandes maestros”, espacio que utilizaba para educar sobre la música clásica.