Falleció el gran amigo Federico Velázquez

Falleció el gran amigo Federico Velázquez

Teófilo Quico Tabar

Federico, siempre alegre y sonriente a pesar de cualquier dificultad. Compartíamos mucho junto a un grupo de amigos, en el cual participaba el también ido a destiempo Dardo Hermann, hermano de Hamlet. Ambos vivían en el mismo sector. Con Federico además nos unía, que Mary Paz una de sus hijas, fue compañera de estudios de mi hija Gidette y con frecuencia visitaban nuestras casas.
Durante un tiempo conformamos un equipo de softbol en el cual participaban tanto Federico como Dardo. Ambos habían sido peloteros. Federico se destacó como uno de los grandes receptores. Dardo prefirió no continuar la carrera, porque aquí, según decía él, en ese entonces ganaba más dinero.
Y como siempre sigo la doctrina de que a los muertos, sobre todo familiares o amigos, hay que recordarlos con alegría, les voy a narrar algo que sucedió.
Había muerto Freddy Lugo. Lugo, como le decía todo el mundo en el sector. Vivía en la calle Bernardo Pichardo. Había sido telegrafista y luego trabajó mucho tiempo en Reid y Pellerano. Era delgado y bastante alto. Al recibir la noticia de su muerte, todos sus amigos y conocidos acudimos a darles el pésame a sus familiares, pero nos informaron que estaban preparándolo en la funeraria de la Av. Bolivar.
Al llegar a la funeraria junto a Porfirio Camilo, nos encontramos en la entrada con Federico Velázquez y Dardo Hermann quienes nos dijeron que no tenían caja del tamaño de Lugo, pero que estaban procurando una para exponerlo. Me fui al trabajo esperando que avisaran cuando estuviera todo listo para el funeral.
Pero precisamente esa misma noche, mi esposa y yo habíamos recibido invitación para ir al cumpleaños, no recuerdo bien si de Hamlet o Socorro Castellanos su compañera, a compartir en su casa con algunos amigos. Allí estaban, entre otras personas, José Joaquín Puello, Freddy Beras Goico, Luis Scheker, Gonzalo Mejía, etc., con quienes conversábamos amenamente.
Poco después se presentó Dardo, quién vivía en los altos. Jocoso como siempre y dijo en voz alta: -Quico, ya logramos solucionar el problema de Lugo, porque como no apareció una caja de su tamaño, Federico Velázquez sugirió que lo colocáramos de slider-.
Ninguno de los presentes sabía en realidad a que se refería Dardo, pero cuando narró de qué se trataba, y la forma en que lo dijo, provocó la risotada de los presentes, pero sobre todo de Freddy Beras, que todavía retumban en mis oídos. Esas eran las cosas de Federico Velázquez y también de Dardo.
Cada cierto tiempo Federico Velázquez, aún viviendo en la ciudad de Villa Altagracia, venía al barrio y visitaba sus amigos. Siempre alegre. Haciendo anécdotas. Recordando amigos y momentos.
Hace poco tiempo, mientras compartíamos con algunos amigos de Federico: Alexis Reyes, Alfonso Agramonte, Ángel Pérez, Horacio Bacquemón, Tinte Noboa, el Chino, Luis Veras, Neredo Mcdougal, Alexis nos informó que Federico no se encontraba bien de salud. Teníamos programado visitarlo en Villa Altagracia, pero nos llegó la infausta noticia de su fallecimiento. A Federico siempre lo recordaremos como un hombre alegre y amistoso.

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