Falleció Martínez Richiez

Falleció Martínez Richiez

POR EMELY TUENI
En la mañana de ayer falleció el destacado escultor y pintor Luichy Martínez Richiez, quien fuera el único artista dominicano y de los pocos latinoamericanos ganador de un Premio Bienal en París. Sus restos fueron sepultados a las 4:45 de la tarde, en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez. Sufrió una larga enfermedad.

En las últimas semanas el quebranto hizo necesario hospitalizarlo. El artista murió en su residencia bajo el cuidado de su esposa, la doctora Violeta Núñez.

Luichy poseía enorme talento y genialidad como escultor y pintor, aparte de que exhibía un comportamiento de todo un caballero, simpático y afable, Martínez Richiez dejó un importante legado artístico a través de sus obras que transitan por el mundo del erotismo, entre las formas y los colores que reflejaron siempre la personalidad antillana de este artista.

La sensualidad femenina representada recurrentemente en sus trabajos tomó mayor fuerza en sus pinturas, al plasmar la violencia de los colores del trópico como un recordatorio de su origen de hombre caribeño.

Como todo maestro de la escultura ejecutó magníficos tallados creando verdaderas obras que dieron vida a inertes maderas preciosas, al duro bronce, al frío mármol, al mágico marfil y hasta al artesanal barro.

EL EROTISMO EN SUS OBRAS

El erotismo siempre fue una expresión natural de Luichy, quien siempre decía que para esculpir y pintar de esa forma era necesario nacer erótico, y que tenia esa condición.

En las esculturas de Martínez Richiez se aprecia un arte puro. A su autor nunca le interesó lo comercial por considerarlo poco serio, aunque reconocía que muchas veces el buen arte es difícil de entender y de vender, pero siempre tuvo la satisfacción de hacer algo importante, y que perdurara a través del tiempo.

ALUMNO DE PASCUAL Y DE GAUSACH

Cuando en el 1942 se fundó la Escuela de Artes Plásticas de Bellas Artes fueron nombrados director y subdirector respectivamente, dos maestros de la escultura y la pintura, los españoles Manolo Pascual y José Gausach.

Luichy Martínez Richiez tenía en ese entonces 14 años de edad y deseaba inscribirse en Bellas Artes, institución que requería a los solicitantes un mínimo de 16 años de edad. Por esta razón Martínez Richiez tuvo que someterse a varios exámenes y mostrar una serie de dibujos que había hecho en su casa, los que gustaron al director Manolo Pascual, quien autorizó su ingreso.

Inició sus estudios de escultura con Pascual y de pintura con Gausach y Celeste Woss y Gil.

Luichy evocaba sus años de estudiante recordando a Pascual y Gausach enfrascados en discusiones en torno a su futuro artístico: Gausach le decía que él iba a ser pintor y Pascual le manifestaba que iba a ser escultor. Un día les dijo: «No discutan, porque los voy a complacer a los dos y seré ambas cosas¨.

Además, tuvo como profesora de pintura a una gran artista, Celeste Woss y Gil, de la que manifestó: ¨Hay que ser muy bruto para estudiar con una artista de esa categoría y no aprender a pintar¨.

Pasó tres años en Bellas Artes donde finalizó sus estudios, recién graduado lo nombraron profesor junto a otro maestro de la plástica dominicana, el fenecido pintor Gilberto Hernández Ortega.

Un tiempo después fue becado para estudiar en Buenos Aires, Argentina donde recibió enseñanzas de profesores reconocidos tanto en la escultura como en la pintura.

SU PADRE UN PERIODISTA ESPAÑOL; SU MADRE CANTANTE DE OPERA

Luichy Martínez Richiez nació en San Pedro de Macorís, en el Barrio Miramar, donde residían también otros artistas e intelectuales.

Su padre era el periodista español José Martínez Conde y su madre una cantante lírica.

En una entrevista nos relató: ¨Mi padre era un hombre de letras, era un periodista conocido y mi madre Luz María Richiez fue la estrella del montaje de la opera El Danubio Azul, que se presentó en el Teatro Colón de mi ciudad natal¨. ¨Mi padre era muy joven, apenas tenía 17 años de edad, cuando vino a la República Dominicana. Un poco más adulto conoció a mi madre y se enamoró de Ella, se casaron y tuvieron 7 hijos, tres varones y cuatro hembras. El único artista fui yo¨.

30 AÑOS EN PARIS

A su regreso de Buenos Aires, Luichy Martínez Richiez recibió una nueva beca, pero esta vez para estudiar en una importante academia de arte de Paris, donde estudió talla durante varios años.

Poco a poco, Luichy se abre camino en la llamada Ciudad Luz, donde sus esculturas no pasan desapercibidas, todo lo contrario su obra es elogiada recibiendo invitaciones para participar en diferentes exposiciones colectivas.

¨En esos tiempos, a los artistas latinoamericanos se les hacía difícil en Francia, que se les reconociera su labor dificultándose exponer en galerías y también vender. Gracias a Dios, luego de ganar la Bienal de París, se me presentan interesantes oportunidades recorriendo mis obras países del Viejo Continente y me quedo a residir durante 30 años en París.

Después de tres largas décadas en Francia, Martínez Richiez decidió regresar a República Dominicana al constatar que en ese país europeo, las esculturas monumentales lógicamente se las encomiendan a los propios artistas franceses. Luichy dijo que «ellos protegen a su gente y es natural que les den los grandes contratos a sus artistas. Desdichadamente, en nuestro país sucede todo lo contrario¨.

Pese a haber residido durante largo tiempo en París, nunca pensó en la nacionalidad francesa debido a que siempre se sintió: ¨ muy orgulloso de haber nacido en San Pedro de Macorís y pertenecer a la Serie 23¨-.

¨Cuando vine a Santo Domingo tenía ilusión de trabajar en esculturas monumentales pero para mi sorpresa encontré que en las plazas públicas de aquí, la mayoría de las esculturas fueron hechas por extranjeros. Por cierto, casi todas son trabajos de mala calidad artística¨.

Entre sus logros artísticos internacionales, figura él haber sido escogido por un selecto jurado internacional para exponer en la Olimpíadas de Arte de Seúl, Corea, donde exhibió una monumental e impresionante escultura tallada en mármol rosado.

A Luichy nunca le interesaron los reconocimientos colectivos, donde su nombre estuviera con 30 o 40 personas más. Al respecto en una ocasión nos comentó «Sucede, que muchas veces hacen un paquete y se mezclan gentes que merecen ser reconocidas, y otras no. No me agradan los reconocimientos por banderías políticas, ni amiguismo. A mí, que me saquen mi comida aparte¨.

Casado con la doctora especializada en neumología, Violeta Núñez, Martínez Richiez tiene dos hijos Luis Enmanuel, quien vive en Suiza y Elsa Mercedes.

Eran sus cuñados los artistas Angel Haché y Elsa Núñez.

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