Fallo contra tabaco reabre debate sobre productos que no humean

Fallo contra tabaco reabre debate sobre productos que no humean

POR LAUREN FOSTER
En Nueva York

El “Gran Tabaco” tuvo algo más que una mala imagen mediática esta semana, después que un juez federal fallara que las personas que fumaron cigarrillos “suaves” creyendo que eran más seguros que las alternativas con más alquitrán, pudieran proceder al nivel nacional con una demanda colectiva.

Las nuevas siguen un estudio reciente que descubre que la cantidad de nicotina en los cigarrillos de Estados Unidos subió cerca de 10% entre 1998 y 2004, haciendo potencialmente más difícil dejar de fumar y más fácil hacerse adicto.

El mensaje es claro: Los fumadores están recibiendo más nicotina que antes y pudieran necesitar ayuda adicional para tratar de romper su poderosa adicción a esa sustancia.

En EEUU, hogar de 44,5 millones de fumadores adultos, 70% quiere dejar de fumar y 40% hace serios intentos cada año, pero menos de 5% tuvo éxito en cualquiera de esos años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud.

En el mundo, un estimado de cinco millones de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con el fumar, y los especialistas de la salud pronostican que el número anual de muertes se duplicará en 2020, si se mantiene la tendencia actual de fumadores.

Frente a estas cifras, algunos expertos de salud pública están siguiendo más de cerca otros productos que no humean, como el “snus” sueco y el rapé húmedo tradicional, como una forma de reducir las muertes y enfermedades relacionadas con el tabaco. Ellos sugieren que estos productos constituyen una forma potencialmente menos dañina de presentar la nicotina.

 “Cinco millones de muertes en todo el mundo es algo inconcebible, cuando algunas de estas pudieran evitarse mediante la oferta de alternativas más seguras al fumar, que ya sabemos que es muy peligroso”, dice Philip Alcabes, profesor asociado de Salud Pública Urbana del Colegio Hunter de Ciencias de la Salud.

El tabaco no es mortal -dice-; el daño está en el humo. “El peso de las pruebas en este aspecto es muy fuerte, de que algunos productos sin humo son mucho más seguros que fumar cigarrillos”, dijo. “Pero cualquiera sea la opinión que usted pueda tener sobre la calidad moral del fumar, desde un punto de vista empírico las personas no dejan de hacer algo solo porque usted se lo diga. Si usted cuenta con una forma simple de protegerlos, ¿por qué no la usa?”.

Brad Rodu, un patólogo y profesor de Medicina en la Universidad de Louisville, dice que los productos sin humo pueden funcionar como sustitutos eficaces para fumadores que, o no son capaces o no desean dejar el tabaco y la nicotina totalmente. (El señor Rodu tiene una plaza de investigación para la reducción del daño del tabaco financiada por dos compañías que producen productos derivados del tabaco que no arden).

 “El modelo que yo preveo para el uso de la nicotina es muy parecido al del uso de la cafeína: es una droga adictiva, pero la diferencia está en el sistema de suministro”, dice. “Con la nicotina, desgraciadamente el consumo más común es quemar el tabaco e inhalar el humo, y esto es lo que le confiere un riesgo elevado durante décadas de uso. El uso del tabaco sin humo tiene, a lo sumo, un 2% de riesgo para la salud que el riesgo de fumar”.

El señor Rodu y otros apuntan a Suecia, donde el “snus” es mucho más utilizado por los hombres que los cigarrillos, y donde los hombres tienen la tasa de cáncer pulmonar más baja de Europa. Un estudio mostró que la tasa de fumadores entre los suecos de sexo masculino cayó de 19% en 1996 a 9% en 2004. En contraste, las mujeres son menos tendientes a consumir “snus”, y la tasa de muertes relacionadas con el tabaco es similar a la de otros países europeos.

Jonathan Foulds, director del Programa de Dependencia del Tabaco, en la Universidad de Medicina y Odontología de Nueva Jersey, dice que “es bastante claro” que las personas en Suecia que consumen “snus” son menos propensas a fumar, y los que lo usan es menos probable que empiecen a fumar.

Jeff Sier, director asociado del Consejo Norteamericano sobre Ciencia y Salud, reconoce que el “snus” “no es seguro en un ciento por ciento”, y que hay riesgos “claros” asociados con el producto, pero dice también que son más bajos que los riesgos de fumar cigarrillos.

Un riesgo potencial del “snus” es el cáncer oral, pues los productos contienen químicos carcinógenos llamados nitrosaminas específicas del tabaco. También se les ha vinculado con las enfermedades de la encía, cáncer pancreático, hipertensión y riesgo mayor de enfermedad cardíaca.

En EEUU, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades asumen la posición de que no hay ningún producto del tabaco saludable. Y en la Unión Europea, el “snus” está prohibido, excepto en Suecia. 

Sin embargo, recientemente, la Unión europea pidió a un panel de expertos que investigue los riesgos y beneficios posibles del “snus”.

Scott Tomar, jefe del departamento de Odontología y Ciencia del Comportamiento, del Colegio de Odontología de la Universidad de La Florida, dice que la experiencia sueca está “algo mal presentada”, mientras otros países muestran que un incremento en el consumo de tabaco sin humo está acompañado de un aumento paralelo en el hábito de fumar. IPC)

VERSION IVAN PEREZ CARRION

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