Falsas historias en Nueva Orleans

Falsas historias en Nueva Orleans

NUEVA ORLEANS, EEUU (AFP).- Una niña con la garganta cortada, violaciones, cadáveres que se acumulaban en las cámaras frías: muchas de las historias de asesinatos y violaciones perpetradas en Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina hace un mes fueron exageradas e incluso inventadas.

   Hasta ahora las autoridades identificaron a siete personas muertas por armas de fuego en toda la ciudad en esos días.

   En el Palacio de los Congresos, donde miles de personas se refugiaron tras la inundación de cerca del 80% de la ciudad, cuatro personas murieron, pero una sola por disparos de arma de fuego. Las otras tres fallecieron de muerte natural, indicó el médico forense de Nueva Orleans Frank Minyard, a la radio pública NPR.

   En el estadio Superdome, donde se habían refugiado decenas de miles de personas en condiciones pesadillescas, «encontramos el cuerpo de una persona que saltó, o fue empujada, de gran altura y que murió como consecuencia de la caída», explicó. «Pero no hubo ningún muerto u homicidio por arma de fuego», destacó, en referencia a los otros cinco cuerpos encontrados.

   En el Palacio de los Congresos, un insistente rumor informaba de 30 a 40 cuerpos depositados en las cámaras frías. Otros hicieron circular el relato de que una pequeña niña de siete años que, después de violada, fue encontrada degollada en un baño de mujeres.

   «Si eso hubiera ocurrido, lo hubiéramos sabido», afirma el doctor Minyard, quien precisa que no se halló el cuerpo de ninguna niña. «Las personas exageran y en ese tipo de situaciones extremas, llegan a alucinar. Ya no son ellas mismas. No mienten, pero a veces dicen haber visto cosas que no vieron», agrega.

   El médico reconoce, en cambio, que es imposible determinar si algunas de las personas cuyos cuerpos fueron recuperados fueron violadas, debido a su estado de descomposición.

   Un oficial de policía en el recinto del Superdome le dijo el 2 de setiembre a la AFP: «Hay personas que fureon violadas allí dentro. Personas que fueron muertas. Hubo disturbios (…). No puede uno quedarse allí mucho tiempo sin volverse loco».

   Pero un mes después del huracán, pocas de las presuntas atrocidades pudieron demostrarse. «El montón de cadáveres no se materializó jamás y, según policías y soldados presentes (…), la mayoría de los crímenes reportados jamás se produjo», resume el diario de Nueva Orleans The Times Picayune.

   Las condiciones eran ideales para la propagación de rumores.

   «Hay que acordarse que reinaba una atmósfera apocalíptica. Además, las comunicaciones telefónicas estaban totalmente cortadas, y se creó un ambiente fértil para la multipliación de ese tipo de exageraciones», destacó ante la cadena ABC el jefe de redacción del Picayune, que dedicó una amplia investigación al tema.

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