Falta coordinación afecta
los proyectos fronterizos

Falta coordinación afecta<BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2007/09/8339FA4B-0E51-4A7A-86B9-0F5CD39D7141.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=205><noscript><img
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POR ODALIS MEJIA
Olga Luciano, directora del Programa de Microrealizaciones  que auspician el gobierno dominicano y la Unión Europea en la frontera, afirmó que la falta de coordinación, la incoherencia y la ausencia de políticas públicas sectoriales conspiran contra los acuerdos en materia de desarrollo sostenible y medio ambiente entre Haití y la República Dominicana, pese a que en la divisoria convergen áreas protegidas de gran importancia.

De su lado, el geógrafo haitiano Jean Marie Thédot abogó por la creación de una cartografía de la isla y un término geográfico que puede representar ambas naciones, ya que el nombre de La Hispaniola es rechazado por los haitianos.

 Según Luciano, en la frontera dominico-haitiana se registran las grandes carencias para el desarrollo sostenible: desarrollo económico limitado, pobreza extrema, exclusión social, degradación ambiental, marco político institucional débil y dominado por la corrupción.

Dijo además que las poblaciones de todas las provincias fronterizas están por debajo de los promedios nacionales en asuntos de salud, educación, acceso a agua potable y otros indicadores, lo que evidencia que “el tema de la pobreza y la exclusión no sólo es de Haití, sino también de República Dominicana”.

Afirmó que   no hay un sistema efectivo de coordinación de la cooperación internacional en la República Dominicana y no existe una estrategia de desarrollo fronterizo, sino un conjunto “incoherente y contradictorio de instituciones, organizaciones y de políticas públicas”.   Señaló que la Dirección General de Desarrollo Fronterizo es una institución débil y con un marco legal muy limitado.

Puso como ejemplo de falta de coordinación el hecho de que el gobierno de Canadá ofreció una cooperación para el rescate del Artibonito y que estuvo al punto de fracasar y tardó casi dos años en firmarse por problemas institucionales, por lo cual hubo que hacer dos acuerdos paralelos RD-Canadá y Haití-Canadá para una misma cuenca.

Indicó que esas mismas fallas de coordinación impidieron que se concretara un acuerdo  para una propuesta común bajo la Iniciativa del Agua de la Unión Europea para la gestión de las cuencas transfronterizas.

Luciano habló del tema al participar como expositora en el seminario “Hacia una nueva agenda de relaciones Domínico-Haitianas, auspiciado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)  y el Centro de Investigaciones y Estudios Sociales (CIES).

Deploró que en términos de acuerdo no se aborde el tema de la binacionalidad y ni siquiera se mencione ese concepto porque en el lenguaje oficial dominicano ese término sigue siendo tabú.

Luciano citó además que existen  fallas de coordinación a nivel de los organismos de cooperación  internacional que se apoyan en “nuestras debilidades institucionales para imponernos su agenda y prioridades que muchas veces no tienen que ver ni con la realidad nacional ni muchos menos con la demanda de la población”.

Señaló que no existe una visión común, ni conciencia común entre ambas naciones, en cuanto a las fortalezas y debilidades  para fomentar el desarrollo transfronterizo, pese a que existen experiencias positivas que han tenido como escenario la frontera que han surgido con apoyo de los gobiernos de Canadá,Alemania, España, Estados Unidos y Francia, Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos.

Se cuestionó que si desde una perspectiva ambiental existe la plena conciencia de que la frontera es una zona de vital importancia para ambos países, ya que numerosos ríos y acuíferos nacen entre Dajabón y Elías Piña y las provincias vecinas haitianas y algunos binacionales como el Aribonito, fuente de agua dulce principal haitiana, el Masacre, el Nipón, el Perdónales y el Soliet (Blanco).

Recordó que en Haití está la reserva de los Pinos que es la continuidad de la Sierra de Bahoruco y una de las pocas conservas de ese país. También citó del lado dominicano y que cruzan la frontera la región Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, declarada Reserva Mundial de la Biosfera,  la Sierra de Neyba, el Parque Nalga de Maco, el de Montecristi, entre otros.

Luciano señaló además la vulnerabilidad en términos de degradación de suelos y riesgos que es un problema común en la frontera, acentuado por la extrema pobreza a ambos lados.

Ante la situación, Luciano considera que hay asignaturas pendientes para ambos países como son: superar las debilidades institucionales,  cerrar la brecha del desarrollo humano, romper el círculo vicioso  entre frontera y degradación ambiental y  que en la zona fronteriza alcanza niveles dramáticas.

Puso como ejemplo que ambas naciones pueden iniciar un programa de reforestación en la isla para vender bonos de carbono a los propios países de la Unión Europea. “Es necesario esa negociación conjunta que no se ha sabido explotar y más aún que el tema del medio ambiente y desarrollo sostenible tiene una relevancia muy especial y  concita la atención de la cooperación internacional”.

CARTOGRAFÍA

Mientras que el  geógrafo haitiano Jean –Marie Thédot abogó por el levantamiento de una cartografía de la isla y un término que puede representar ambas naciones, ya que el nombre de La Hispaniola es rechazado por los haitianos por referirse al colonialismo

Dijo que mientras algunos hablan de la isla de Haití otros se refieren a la isla de la República Dominicana, al señalar que  no hay una palabra común que identifique ambos conglomerados, por lo que debe haber una integración física y real en términos geográficos y en la que se contemplen los bateyes donde residen haitianos.

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