POR MARIO MENDEZ
La paralización del acueducto Oriental ha impedido a la población que vive en la parte Este de la Capital resolver el problema de suministro de agua potable, obligándola a recurrir a fuentes de suministro del líquido altamente costosas. Hace meses que la construcción de este acueducto, que resolvería el problema para los próximos 20 años, está paralizado.

Al hablar para la prensa sobre los perjuicios que esta paralización provoca a los moradores de Santo Domingo Oriental, residentes en la zona afirmaron que deben incurrir en grandes sacrificios económicos diariamente para comprar a camiones cisternas 52 galones del vital líquido para las labores domésticas y para consumo humano.

Según explicaron, cada hogar invierte en promedio unos RD$2,000 mensuales para comprar el agua para el uso doméstico y el consumo, ya que un camión lleno cuesta sobre los RD$ 600 y para tomar, los botellones cuestan, según su tamaño, de 15 a 30 pesos diarios.

En consecuencia, afirmaron que la terminación del acueducto sería una forma de elevar el poder adquisitivo, en términos reales, y disminuir la pobreza.

Explicaron que el drama que afecta la vida cotidiana de cerca de un millón de personas residentes en los sectores populosos de la parte Este de la provincia Santo Domingo, agravado en cada período de sequía cíclica, cuando baja el caudal de los ríos de las cuencas que abastecen los acueductos y de los sistemas de pozos.

Dijeron que estar a la espera de que se cumpla la promesa hecha de manera reiterada por el director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), quien ha anunciado la reapertura de los trabajos de continuación de la obra, que ha sido paralizado en la obra de toma que forma parte de su estructura.

Dirigentes de juntas de vecino de los sectores El Almirante, Los Solares, Proyecto Restauración, La Caña, Villa Esfuerzo, INVI-CEA de Hainamosa, reclamaron al presidente Leonel Fernández y al director general de la CAASD, ingeniero Richard Martínez, que dispongan cuanto antes la terminación de la importante obra, esperada hace años por los habitantes de los barrios del Este de la provincia Santo Domingo.

Bernarda Aracena, presidenta de la Junta de Vecinos Villa Hermosa INVI-CEA, narró que la crisis de abasto de agua en el sector llegó a su pico y dijo que nunca pensaron pasar los sufrimientos que los abate con el suministro de agua.

«Cuando nos mudamos a este sector teníamos el privilegio de que nunca nos faltaba el agua, pero hace cinco a seis años que no la podemos asegurar en nuestros hogares, y los que nos podemos sacrificar, hemos construido cisternas para aprovechar las gotitas que entran de vez en cuando o comprarla a los camiones».

Aracena dijo que la única solución al problema que afecta a los barrios orientales es la terminación del acueducto. «Creo que si el gobierno toma medidas para terminar este proyecto que tiende abastecer todos estos sectores, sería la solución definitiva», sostuvo la dirigente comunitaria.

«Le pedimos al presidente Leonel Fernández, con todo el corazón que tome medidas en el asunto, porque realmente creo que sería de mucha importancia para nosotros y para su gobierno», indicó Aracena.

Irma Mora, dirigente de la Junta de Vecinos del sector Ciudad de El Almirante dijo que algunas zonas de ese lugar tienen serias dificultades para obtener agua al igual que barrios circundantes, donde el agua nunca les llega a sus hogares y tienen que conformarse con las gotitas que transportan en botellas y galones plásticos.

«La cara sucia de El Almirante, como yo le llamo, sí la pasan mal, el sufrimiento con el agua es muy alto, como son los casos de Los Solares, La Caña, Proyecto Restauración, Villa Esfuerzo, La Caña, Las Enfermeras, Ramón Matías Mella, Kennedy y Montserrat, casi nunca tienen agua y algunas zonas de la Urbanización La Corporánea», preciso Irma Mora.

La dirigente comunitaria aseguró que con la terminación del acueducto de la Zona Oriental, cesarían los lamentos por el agua, porque se estabilizarían los sistemas de distribución que funcionan con poco agua y les llegaría sin inconvenientes a los barrios que esperan el servicio.

Propuso que la tubería que pasa por la carretera Mella sirva para interconectar con todos los sectores para que se pueda hablar de una cobertura total en la parte oriental en suministro de agua potable.

«Ojalá que el presidente Leonel Fernández en lugar de estar invirtiendo en obras no tan prioritarias, lo haga en el sector agua, porque es más soportable pasar un día de hambre y no una hora de sed», opinó Irma Mora.

Dijo que la situación es tan crítica en los sectores que ha señalado que cada día tienen que pagar 20 pesos por un tanque de 52 galones o 16 cubos de agua no para tomar, sino para los quehaceres domésticos, algo que lesiona el presupuesto familiar de por sí afectado por los altos costos de la comida y los servicios.

De su lado, el dirigente comunitario Juan Francisco Paulino, de Los Solares de El Almirante informó que después del deterioro de las calles, el del agua es uno de los más graves y que solo se soluciona con la terminación del acueducto de la zona oriental.

Dijo que se hizo un despacho de agua de prueba y las tuberías de distribución de El Almirante, de Los Solares y de los barrios de los alrededores llevaron suficiente agua a las viviendas, lo que indica que cuando la obra entre en operación permanente el expediente de la falta de agua queda sellado.

» Nosotros le hacemos un llamado al señor presidente de la República, los dirigentes comunitarios, las iglesias, juntas de vecino, centros educativos y todo el que está organizado, para que ya disponga que el acueducto oriental sea terminado, para que nos manden agua porque estamos escasos en este sector», señaló Paulino.

OTRAS DEMANDAS

Las obras que integran el acueducto oriental son el dique construido en el río Ozama y la toma que bombea agua hasta una planta potabilizadora, luego unos tanques de almacenamiento regulado sobre un terraplén que se necesitan para enviar por gravedad el agua a los barrios situados en lugares más altos de la parte oriental. A este conjunto de obras le falta un 20% para terminarse.

El acueducto fue diseñado para ejecutarse en un plazo de dos años, pero debido a las dificultades para pagar las cubicaciones, ha ido acumulando retrasos en su entrega. Pese a que se inauguró en la obra de toma falta un 20% para completarse, la planta potabilizadora le falta hasta el techado y asfaltar los caminos internos, entre otros detalles, hay pendiente construir y colocar tuberías de hormigón y el sistema de tanques para regular el almacenamiento de agua y despacharlo por gravedad, hace meses que su construcción en la autopista San Isidro, está paralizada por falta de asignación de recursos.

En anteriores oportunidades dirigentes de otras juntas de vecino de la parte oriental han reclamado la terminación de la obra, para solucionar la crisis de abastecimiento de agua potable.

La dirigente comunitaria Ordalina Cuello, del sector INVI-CEA, Leonte Mieses, presidente de la Junta de Vecinos «Unidad y Trabajo» de la urbanización Ana Teresa Balaguer y Oscar Rossó, de la Junta de Vecinos de Los Pinos, de Hainamosa dijeron que los vecinos cifran sus esperanzas de solucionar el problema de agua con la terminación de ese acueducto, ya que deben esperar hasta cuatro y cinco días para recibir el poco racionado que les envía la CAASD, sostuvo que algunas veces duran sin agua en las viviendas hasta una semana.

El acueducto oriental fue iniciado en diciembre del año 1999 en la administración de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) del ingeniero Euclides Sánchez, funcionario del gobierno del presidente Leonel Fernández, el cual dejó la obra estructurada y la fuente de financiamiento.

La obra está diseñada para manejar cuatro metros cúbicos por segundo. Fue declarado por decreto del Poder Ejecutivo en el año 2,000 como una obra prioritaria y urgente.

El proyecto que ejecuta el Consorcio Zona Oriental- Impregilo se ha denominado » Barrera de Salinidad», pero se trata de un acueducto con capacidad de manejar 4 metros cúbicos de agua por segundo.

La toma está en el río Ozama. Está compuesta por un dique de contención, la estación de bombeo de agua cruda, un canal de conducción desde la toma hasta la estación de bombeo mixto, impulsado por electricidad desde la estación de bombeo y la planta de tratamiento y desde allí a los tanques, desde donde es despachada por gravedad .Es una planta que funcionará en cuatro módulos cada uno con un metro cúbico por segundo.

La primera etapa, inaugurada, está compuesta por la obra de toma, planta potabilizadora, línea de conducción y los tanques de almacenamiento que les falta el inicio de la fase del hormigonado.

El módulo dos del proyecto sería la línea número dos a la que le faltan 600 metros de hormigón y las compuertas y válvulas. La obra de bombeo está compuesta por aguas claras y cruda. El bombeo del aguas claras está para colocarse 12 bombas, de la cual, en la primera etapa entrarían ocho bombas, pero de ellas sólo funcionan cuatro bombas, debido a que la etapa no está completa como la mayoría de las partes del proyecto. En aguas claras, en la estación de bombeo están funcionando cuatro bombas, pero aquí el diseño es para que trabajen ocho bombas.

Los tanques de almacenamiento que deberán funcionar en el terraplén artificial construido al margen de la autopista San Isidro para despachar agua por gravedad a los barrios orientales, están suspendidos en su construcción hace varios meses por la falta de asignación de recursos.

Allí se construyó un terraplén artificial para que los tanques reguladores queden en una zona elevada para poder enviar agua a la zona oriental por gravedad.

La planta potabilizadora permite que el agua del río Ozama entre directamente con la turbiedad propia de lo que es el cauce y esa agua es tratada en varios procesos para garantizar la calidad con procesos de floculación, luego la sedimentación, la filtración, la cloración y la entrega a las redes de distribución.