Los reclamos de espacios para cientos de estudiantes siguieron ayer en las comunidades de Ceuta y Cruz Grande, en Santo Domingo Norte, donde la escuela básica Severina Martínez Marcano lleva ocho años en construcción y hace cuatro fue dado el primer picazo para levantar el liceo padre Emiliano Tardif, pero sin que arranque el trabajo en el centro de secundaria.
Los estudiantes de básica reciben docencia en locales rentados en el vecino sector Riovisa, mientras los debachillerato en otro edificio alquilado en Cruz Grande, en aulas no aptas para impartir clases debido a que son muy pequeñas, sin espacios para movilidad.
Héctor González, presidente de la junta de vecinos de Ceuta al Medio, informó que cientos de alumnos de la zona no han podido iniciar el presente año escolar por falta de aulas.
González también recuerda que la Severina Martínez Marcano fue la primera escuela bajo la modalidad de Jornada Escolar Extendida que comenzó a construir el Gobierno en el 2012 en el sector La Esperanza de Ceuta al Medio, pero no la terminan.
En el mismo sector, hace cuatro años, el Gobierno adquirió 22 mil metros cuadrados de tierra, donde dieron el primer picazo para la construcción del liceo secundario, sin que las autoridades hayan vuelto por el lugar.
González precisa que la escuela y el liceo son las prioridades en la comunidad, ya que en la educación está la base para el combate de todos males que agobian a la sociedad, entre ellos la delincuencia y el desempleo.
Grave. Por falta de aulas más de 500 alumnos de básica reciben clase en locales rentados en Riovisa, pero otros siguen fuera porque no hay más cupos para albergarlos, lo que preocupa a la comunidad.
Ayer se observaron a estudiantes del bachillerato recibiendo clase de manera inhumana, en total hacinamiento, ya que los espacios que sirven de aulas no responden a los estándares para el proceso enseñanza aprendizaje.
Los alumnos no tienen espacios siquiera para salir al recreo, menos para recibir clases de Educación Física.
En el local que alberga a los estudiantes del liceo Tardif, hay una lista con más de 300 alumnos que no han podido ser inscriptos por falta de espacio, por lo que podrían perder el presente año escolar.
Adonis Fernández, dirigente comunitario del lugar, urgió al Ministerio de Educación para que tome medidas y evitar que cientos pierdan el año escolar.
La directora del plantel, Victoria Hernández, narra que al local acuden madres llorando porque no han podido inscribir a sus hijos, algunos hasta con dos años en espera.
Obreros
Ayer se observaron obreros trabajando en la verja perimetral del plantel, pero según González, es una práctica de las autoridades reiniciar y luego detener la obra sin explicación. “Se inician los trabajos, se paran, vienen y allantan, llevamos seis años en esa situación, mientras tenemos cientos de estudiantes fuera de las aulas”, expuso Héctor González durante un recorrido por el lugar donde se levanta la escuela.